Con los bríos renovados por el largo fin de semana, Wall Street se apuntó este martes un nuevo récord en el índice del Nasdaq, en una jornada con un empujón final que pudo aportar mayores sorpresas.
El Nasdaq había conquistado su récord anterior el 15 de agosto pasado, fecha en la que el selectivo S&P 500 y el Dow Jones, el principal indicador del mercado, se apuntaron también otras marcas históricas.
Y este martes renovó el Nasdaq ese récord, hasta los 5,275.91 puntos, aunque el S&P 500 se quedó a menos de tres puntos de su anterior marca histórica, y al Dow Jones le faltaron 100 puntos.
La de este martes fue la primera jornada de la semana porque el lunes fue festivo por el Día de Trabajo, pero, aun así, los operadores se dedicaron a digerir una serie de datos económicos que fueron aportados la semana pasada, a falta de otros referentes.
Vino bien el hecho de que el precio del petróleo de Texas terminara con una ligera ganancia y vino bien una mala noticia de un instituto privado que dio cuenta de una variación en el crecimiento del sector de servicios menor a la esperada.
Y es que ese dato alimenta la creencia de que será difícil que la Reserva Federal (Fed), en su próxima reunión, del 20 y 21 de septiembre, apruebe una nueva subida en las tasas de interés de referencia, que están entre el 0.25 y el 0.50 %.
El mercado bursátil piensa que le llegará más dinero con tasas de interés bajas, por lo que cualquier señal de la Fed en contra de una subida de los tipos llena de optimismo al parqué neoyorquino.
Pero todavía hay nerviosismo, según los analistas, y según se acerquen las fechas de la reunión de la Fed habrá más, a no ser que haya razones de peso que impacten en el mercado. Los observadores creen que no habrá otra tanda de resultados empresariales hasta octubre, por lo que desde ese lado tampoco se esperan noticias.
“Cuando el mercado no tiene un exceso de datos o un montón de resultados, todo ello da demasiado tiempo para pensar y se vuelve nervioso”, sostiene la estratega de mercados de la firma financiera Prudencial Financial, Quincy Krosby.
Los datos sobre el nivel del empleo dados a conocer el viernes pasado, no tan buenos como se esperaban, dejaron optimista a Wall Street, y la tendencia siguió.