[dropcap]L[/dropcap]os esfuerzos que ha realizado el Gobierno para mantener la disciplina fiscal y mejorar las recaudaciones fiscales no han sido suficientes para financiar el presupuesto de gastos y las demandas sociales del país.
Por esa razón ha tenido que continuar financiando el presupuesto con endeudamiento tanto interno como externo, al que se agrega también la deuda que contrae el Banco Central como instrumento de política monetaria para garantizar la estabilidad macroeconómica.
El costo de esa estabilidad y de la prosperidad que muestra República Dominicana en cuanto a la administración pública y los indicadores de crecimiento se refleja en un aumento constante de la deuda pública, la cual en lo que va de este año ha superado el 50% del producto interno bruto (PIB), algo sobre lo que había advertido el Fondo Monetario Internacional (FMI) a principios de este año.
Crecimiento de la deuda pública
En los últimos cuatro años y medio la deuda del sector público no financiero (SPNF) se ha incrementado en un 57.6% al pasar de US$11,593 millones al cierre de 2011 a US$26,159 millones al mes de julio de este año. Eso es un incremento absoluto de US$9,563 millones.
Al comparar la deuda del SPNF con el PIB, se tiene que alcanza el 37.6%, más del 37.4% en que estaba a final de 2013 cuando el Gobierno decidió comprar la deuda de PetroCaribe con Venezuela para reducir el monto total. Gracias a esa operación, para el 2014 la deuda del SPNF cerró en 2014 en 36.5% del PIB y el año pasado siguió bajando hasta el 35.5% del PIB, aunque aumentaba en términos absolutos.
Sin embargo, en lo que va de este año, de enero a julio, el incremento de la deuda pública supera los US$2,000 millones, lo que en términos relativos ha colocado su nivel en un 37.6% del PIB y con la perspectiva de seguir creciendo, pues aún falta endeudamiento por contratar para completar el faltante del Presupuesto Nacional.
Con la deuda del Banco Central es mayor
A la deuda del SPNF se le agrega el endeudamiento público del sector financiero, que es básicamente la que contrae el Banco Central como parte de su estrategia de política macroeconómica para garantizar la estabilidad. Ese endeudamiento entró en un crecimiento constante a partir de la quiebra de una parte del sector financiero en 2003, cuando el Gobierno decidió salvar a los ahorristas de los bancos quebrados.
De ahí en adelante, cada año el Banco Central incurre en la emisión de certificados de deuda que generan el pago de intereses. Hasta el cierre de junio de este año la emisión de deuda del Banco Central estaba en RD$413,786.6 millones, un monto que cambiado al promedio de la tasa de cambio del primer semestre (RD$45.82 por US$1.00) equivale a US$9,030.7 millones, o lo que es lo mismo, el 13% del PIB.
Al sumar la deuda del SPNF con la del sector público financiero se tiene que la deuda pública consolidada alcanza los US$35,189.6 millones, equivalentes al 50.6% del PIB.
El FMI ha advertido al Gobierno sobre la necesidad de evitar que la deuda pública supere la mitad del PIB, pues eso obligaría a tomar medidas para que baje de ese nivel, considerado como exageradamente alto.
De acuerdo con los parámetros monetarios del Fondo, lo ideal es que la deuda pública consolidada de un país no supere el 40% del PIB. En el caso dominicano, supera con más de 10 puntos porcentuales ese tope, lo cual es motivo de atención por parte del Estado.
La deuda interna es más costosa
De acuerdo con las estadísticas de la Dirección de Crédito Público, el 48.4% de la deuda pública total es externa, mientras que el restante 51.6% se divide en 25.5% de deuda interna, a través del Ministerio de Hacienda y 26.1% de deuda interna proveniente de los certificados del Banco Central.
El problema es que la deuda interna, que crece a una velocidad mayor que la deuda externa, es más costosa, pues paga una tasa de interés promedio de entre 12% y 14%. La deuda externa, en cambio, si bien es el dólar y mantiene un interés promedio superior al 6% anual, resulta menos costosa, siempre que se mantenga controlada y estable la tasa de cambio, pues una devaluación grande cambiaría ese panorama.
Pacto Fiscal para financiar el presupuesto
En su discurso de toma de posesión para un segundo período de Gobierno, el presidente Danilo Medina advirtió sobre la necesidad de identificar mecanismos internos que permitan financiar el presupuesto de gastos del Estado.
Las palabras del mandatario fueron prácticamente ratificadas por el director de Impuestos Internos, Magín Díaz, en una exposición ante los empresarios miembros de la Cámara Americana de Comercio en su tradicional almuerzo mensual.
El Gobierno mantiene la posición de que se hace necesario reducir exenciones fiscales a sectores que aparentemente ya no las necesitan tanto, además de enfrentar la evasión de impuestos y la elusión de reportes de pago de obligaciones tributarias.
Esas necesidades deben ser definidas con base en una nueva reforma fiscal que estaría condicionada a la firma del Pacto Fiscal en donde ha de establecerse, también, una reforma en la forma como el Gobierno distribuye sus gastos.
La firma del Pacto Fiscal está pautada para después que se firme el Pacto Eléctrico, actualmente en fase de consenso.