[dropcap]E[/dropcap]l pasado mes de julio tuve la oportunidad de asistir a un foro a conversar sobre temas financieros, en el que una gran parte de la audiencia era del sector salud. La mayoría eran médicos.
Durante este intercambio de ideas, conversábamos de la importancia de la medicina preventiva y de la transparencia de los pacientes, para poder identificar cualquier enfermedad a tiempo, y sobre todo para que los planes de acción puedan ser tomados a tiempo y así evitar consecuencias mayores por no haber tomado las medidas preventivas. De igual manera, existe similitud con los temas financieros y su planificación.
Los individuos o empresas que incurren en proyectos financieros deben de igual manera acercarse a su asesor financiero o banquero de confianza para explicarle su situación y los objetivos; de esta manera pueden recibir la asesoría necesaria de cómo estructurar financieramente sus planes de manera de que perduren en el tiempo.
Según estadísticas, el 90% las personas es renuente a conversar sobre su situación financiera y a buscar asesoría, lo que al final conlleva a malas decisiones que impactan los planes de vida de mucha gente y sus planes de crecimiento en los negocios.
Todos tenemos planes, toda empresa tiene objetivos, el éxito de este logro está basado en la firmeza de las decisiones y de la disciplina en la cual se lleven a cabo.
Es importante mantener los gastos controlados y no exceder la capacidad real o flujos generados y a generar, de manera que los compromisos puedan ser amortizados en el tiempo de manera sostenida. De no tener una disciplina y un plan específico, incurriríamos en situaciones que no podremos afrontar.
Parte importante es hacer proyecciones y presupuestos con las estructuras correctas, que usemos los instrumentos financieros disponibles adecuadamente, no de acuerdo a nuestros criterios personales. Una mala estructuración financiera puede llevarnos o nuestros negocios a la quiebra.
Si tomamos un préstamo para una casa a corto plazo muy seguramente no podremos pagar las cuotas provenientes de este préstamo, pero si por el contrario la financiamos a largo plazo las cuotas irían muy de acuerdo al flujo o ingreso necesario de la empresa o individuo, haciendo que esta deuda se maneje con mayor eficiencia.
Otro ejemplo similar es lo contrario, si nos acostumbramos a hacer gastos corrientes pagados con tarjetas de crédito o líneas de corto plazo y pagarlos en medianos o largos plazos, estamos poco a poco quitando el oxígeno financiero a nuestras finanzas, ya que esto irá creciendo hasta el momento en que no sea posible cumplir con nuestros compromisos.