[dropcap]E[/dropcap]l presidente Danilo Medina concluye una gestión gubernamental que, dada la puntuación electoral obtenida para su reelección, lleva a la conclusión de que fue exitosa. Y los números así lo demuestran: en el último cuatrienio la economía muestra un crecimiento constante que se sitúa en un 7% anual, mientras que la disciplina fiscal se expresa en un déficit controlado en 2.4% del producto interno bruto (PIB) anual.
En forma adicional, el Gobierno mejoró en parte la distribución del gasto público al destinar el 4% del PIB para educación, así como la permanencia de incentivos al sector privado, especialmente al turismo, para que muestre un crecimiento favorable tanto en la generación de divisas como en la creación de empleos.
De hecho, el presidente Medina logró la meta de generación de al menos 100,000 nuevos empleos formales cada año durante su gestión.
El crecimiento de la economía en este período que concluye este martes 16 de agosto también se expresa en la generación de recursos para invertir, al punto de que en esos cuatro años el Presupuesto Nacional se ha crecido en un 54.4% al pasar de RD$430,000.8 millones en 2012 a RD$663,959.2 millones para este año.
Prosperidad costosa
Pero los buenos indicadores de prosperidad económica no han sido del todo positivos, debido a que su sustento se apoyó más en el endeudamiento público que en la generación de riquezas por medio de la producción y exportación de bienes.
Por ejemplo, al cierre del año 2012 la deuda del sector público no financiero (externa e interna), sin sumar la del Banco Central, ascendía a US$19,463.2 millones, mientras que al cierre de junio de este año se coloca en US$25,716.2 millones. Lo anterior indica que en la gestión del presidente Medina, específicamente en tres años y medio, la deuda pública aumentó en más de US$6,250 millones.
Por esa razón, cada año de la recién pasada gestión el déficit fiscal operativo del Gobierno ronda los RD$75,000 millones, a los cuales se agregan en promedio RD$100,000 millones más para cubrir vencimientos de capital e intereses de la deuda que va en crecimiento.
Aunque el Gobierno ha controlado su déficit fiscal como porcentaje del PIB, en términos absolutos sigue creciendo y ese es uno de los retos que ha de enfrentar el mandatario al inicio de su segunda gestión gubernamental, por medio de la promoción de un Pacto Fiscal, que también ha de implicar la detención o desaceleración del endeudamiento público.
Sector externo
Los indicadores de generación de divisas para el país han sido relativamente favorables en el recién terminado cuatrienio, toda vez que el turismo ha mantenido un crecimiento promedio de un 9% en la llegada de turistas, con lo que se ha logrado la generación de más de US$6,000 millones anuales.
Asimismo, los dominicanos residentes en el exterior mantienen sus constantes aportes en remesas por encima de los US$4,200 millones anuales, mientras que el flujo de Inversión Extranjera Directa (IED) se recupera lentamente luego del significativo desplome sufrido en 2013.
Las estadísticas publicadas por el Banco Central indican que en 2012 la IED llegada a República Dominicana sumó US$3,142.4 millones, pero un año después cayó a US$1,990.5 millones. En los años siguientes se viene superando con un promedio anual de poco más de US$2,200 millones.
Exportaciones
El único sector generador de divisas que no mostró recuperación en la gestión pasada, sino que, por el contrario, ha sufrido reveses serios, es el de las exportaciones nacionales. Incluso, la única razón por la que el país mantiene números azules en sus exportaciones nacionales es por el componente minero que aporta la venta de oro de Pueblo Viejo en el exterior.
Sin embargo, las ventas de otros productos nacionales en el exterior, especialmente hacia Estados Unidos y Haití, los dos principales clientes del país, se han visto afectadas por diversas circunstancias. En el caso de Estados Unidos, las exportaciones de frutas y vegetales se vieron afectadas por la veda que impuso ese país a raíz de la presencia de la Mosca del Mediterráneo en el país.
En el caso de Haití, se mantiene una veda a frutos y vegetales nacionales, así como a los pollos y huevos. Pero lo peor ha sido la medida de los haitianos de prohibir la entrada de al menos 23 productos dominicanos hacia ese país por la vía terrestre.
Desde hace varios años las exportaciones nacionales hacia Haití se han visto afectadas por las constantes trabas que impone esa nación, sin que exista la posibilidad inmediata de negociar soluciones, debido a la inestabilidad política y gubernamental en el vecino país.
Buena suerte con el petróleo
A partir de mediados de 2014 los precios internacionales del petróleo vienen sufriendo una reducción constante, permitiendo que el barril de crudo se ubique en un promedio de US$40.00, luego de varios años por encima de los US$100.00.
Esa caída en los precios del petróleo ha sido un toque de buena suerte para el Gobierno dominicano, debido a que le ha permitido reducir sus costos energéticos y destinar parte de lo que se gastaba en subsidio eléctrico para cubrir los costos de la construcción de las plantas de Punta Catalina.
Asimismo, la caída del crudo ha contribuido con una reducción de la factura petrolera y reducción de costos operativos de los sectores productivos nacionales, con lo que la economía se dinamiza. Ese componente externo de incidencia en la economía local puede variar en cualquier momento, por lo que el Gobierno debe tomar medidas preventivas.