[dropcap]T[/dropcap]ras la aprobación de Promesa y a raíz del impago de Puerto Rico el 1 de julio, los acreedores de la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (Cofina) discuten opciones de reestructuración de deuda con el gobierno local, según indicaron al menos dos fuentes a Caribbean Business.
Sin embargo, dos bandos de Cofina —las personas mayores y los subordinados— siguen siendo los únicos grupos principales de acreedores que han continuado sosteniendo discusiones de reestructuración con la administración del gobernador Alejandro García Padilla.
El gobernador ordenó a su equipo fiscal y a sus asesores realizar “negociaciones de buena fe con los acreedores” con el fin de tener acceso a los mecanismos de reestructura de la Ley para la Supervisión, Gerencia y Estabilidad Económica de Puerto Rico (Promesa, en inglés).
Tras la aprobación de la ley y el impago de cerca de $800 millones de la deuda de bonos de obligación general (GO, en inglés) el 1 de julio, las conversaciones de reestructuración con la mayoría de los grupos de acreedores pararon en seco.
Ad Hoc Group of GO Bondholders, el grupo ad hoc de tenedores de bonos de obligación general —que comprende principalmente los fondos de cobertura— no está dispuesto a sentarse a la mesa de negociación hasta que se establezca la junta de control fiscal.
“Están molestos porque la recuperación de fondos ya desembolsados no fue utilizada para pagar los GO el 1 de julio”, dijo una fuente refiriéndose a los cerca de $270 millones depositados en el Banco de Desarrollo Gubernamental y el Banco Popular que aún no tienen uso asignado.
Negociaciones de reestructuración de deuda
En el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) las negociaciones de reestructuración de deuda quedaron suspendidas desde que algunos fondos de cobertura que son dueños de parte de la deuda del banco demandaron a la atribulada institución a principios de este verano.
Por otra parte, el BGF no cumplió con el pago de $28 de millones en intereses que vencía 1 de agosto, dificultando un acuerdo establecido hace más de tres meses con un grupo de cooperativas de crédito locales que ayudó a aliviar las inminentes obligaciones del servicio de la deuda del banco. Cuando llegó a ese acuerdo, el BGF dijo que intentaría pagando los intereses.