[dropcap]L[/dropcap]a sofisticación de los mercados internacionales ha fomentado un rápido crecimiento en las diferentes clases de productos derivados. Los inversores con experiencia en este tipo de instrumento financiero podrían beneficiarse de cambios en tipos de interés, tasas de cambio, mercado de acciones y fluctuaciones en los precios de las materias primas.
Es importante incluir productos derivados en el portafolio de un inversionista de manera de optimizar la diversificación en cuanto a las diferentes clases de activos y a la vez, ofrecer una cobertura de riesgo contra fenómenos naturales, tales como la inflación y/o deflación.
También los productos derivados se pueden utilizar para generar beneficios de forma no convencional o adicional a los ingresos que puedan proveer otros instrumentos de inversión. Dos de los beneficios más notorios vinculados al uso de instrumentos derivados, son para la estimación de precios y la gestión de riesgo.
Los mercados de futuros dependen de un continuo influjo de información recopilada en los mercados a nivel internacional y requieren de un alto nivel de transparencia. Una amplia gama de factores (cambios climáticos, situaciones políticas, incumplimiento de pago, polución) afectan de forma directa a la oferta y a la demanda de diferentes productos financieros (concretamente materias primas) y al precio del activo subyacente del cual se origina el contrato de derivado.
El uso de este tipo de información y la manera que las personas la asimilan genera cambios constantes en los precios de los commodities. Con respecto a algunos mercados de futuros, los activos subyacentes podrían estar geográficamente dispersos con precios predefinidos y cotizándose en diferentes bolsas. El precio del contrato con menor tiempo hasta la fecha de vencimiento generalmente funciona como un barómetro para valorar al activo subyacente.
Los contratos de opciones (derivados) también ayudan a la estimación de precios, sobre todo desde la percepción de volatilidad por parte de los participantes del mercado. Esto último, se debe a que hay diferentes formas de cubrirse frente a pérdidas o imprevistos y al mismo tiempo permite que los inversionistas generen una ganancia de capital.
La gestión del riesgo puede ser el aspecto más importante dentro del mercado de derivados y básicamente es el proceso por el cual se identifica el nivel de riesgo deseado frente al riesgo actual de un activo.
Podríamos decir que la gestión del riesgo se puede categorizar de dos maneras en concreto, que son la especulación y la cobertura de riesgo. La cobertura de riesgo es la reducción del riesgo a través de mantener una posición contraria a la del mercado (ej. Se espera una subida del precio del oro en el mercado pues el inversor compra un contrato forward con un precio predefinido hoy), mientras que la especulación es tomar una posición que vaya alineada con los movimientos del mercado.
Los principales productos derivados son los futuros, forwards, swaps o permutas financieras y las opciones. Los futuros y los contratos de forward son básicamente lo mismo, en cuanto a que una de la las partes debe ejecutar su posición, aunque los segundos se transan en el mercado extrabursátil.
Las permutas financieras es básicamente un intercambio de flujos de pagos, es decir, un inversor puede cambiar su préstamo de interés variable por otro de tasa fija. Y finalmente las opciones, como bien indica su nombre, pues le da la opción al comprador de ejecutar o no su posición (ej. si a fecha de vencimiento el precio del activo es superior al previamente pactado pues evidentemente el inversor ejecutará su opción de compra).
Es importante fomentar un mercado de derivados en República Dominicana, ya que tanto el sector público como privado podría evitar pérdidas y generar ingresos adicionales.