[dropcap]R[/dropcap]epública Dominicana consiguió en las últimas décadas avanzar significativamente en la cobertura de la educación básica, sin embargo, la calidad de la educación sigue siendo su gran desafío. Esta afirmación no es nueva. Está incluida en el Informe de Progreso Educativo 2010, presentado por Educa con el apoyo de organismos regionales.
Seis años después la realidad no es muy diferente. Los avances han sido mínimos. Posiblemente hay menos escuelas en condiciones físicas deplorables, más laboratorios de informática con acceso a internet y otros recursos tecnológicos, incluyendo tanda extendida con desayuno y almuerzo incluidos, pero la calidad sigue como el principal desafío.
Educa, una entidad con una reputación bien ganada durante más de 25 años, ha insistido en la necesidad de mejorar la calidad educativa. Durante la segunda fase de la campaña “Mejores maestros, mejores ciudadanos, mejor país” (2014-2015), expresó la necesidad de asegurar que los más de 800,000 estudiantes que en ese año entraban a tanda extendida reciban una educación de calidad. Insistió en que solo dignificando y revalorizando la profesión de los educadores dominicanos se podrá alcanzar la meta.
La semana pasada, igual que años atrás, la calidad en la educación volvió a protagonizar el Informe de Progreso Educativo República Dominicana. Destaca un importante avance en la mejora de los indicadores educativos del sistema, tales como logros de aprendizaje, permanencia en la escuela, equidad de género, geográfica y socioeconómica; profesión docente y, sobre todo, en financiamiento, como consecuencia de la puesta en vigor del 4% del PIB para la educación preuniversitaria.
La investigación plantea algo que sí debería preocupar a la sociedad en su conjunto: aún el estudiantado de República Dominicana es el que menor nivel de logros demuestra en el aprendizaje, incluso comparándolo con naciones donde hay menos inversión en educación. La calificación del país pasó de F a D, o sea, de muy deficiente a deficiente. Esto quiere decir que todavía habrá que subir a C, B o A.
La realidad que describe este informe no sabemos si calificarla como preocupante o desalentadora. El Talón de Aquiles está también en la primera infancia en términos de cobertura del sistema.
“Lamentablemente, a pesar de que las autoridades se comprometieron a imprimir un giro significativo a la situación, a través del Proyecto Quisqueya Aprende Contigo, problemas en la gestión y en el alcance de las metas son evidentes y la asistencia de niños y niñas a centros educativos de protección y atención integral es todavía insuficiente, sobre todo, en las edades que van desde los 0 a los 4 años de edad”, afirmó José Mármol, presidente de Educa durante la presentación del informe. Los problemas de gerencia son evidentes en la implementación de este programa.
En la práctica no ha habido avances. Sin embargo, en teoría República Dominicana se ha abocado de forma decidida a mejorar sus indicadores educativos, como lo reflejan el incremento de la asignación presupuestaria a la educación preuniversitaria, la firma de un Pacto Nacional para la Reforma Educativa, y el diseño e implementación de una serie de reformas que procuran una significativa mejora en la calidad docente y en los aprendizajes de los alumnos. Por supuesto, ahora será necesario esperar los resultados.