A Rafael Francisco Abreu Polanco todo el mundo le llama Pepe, un seudónimo surgido a raíz de sus inicios en las luchas populares en los primeros 12 años de gobiernos de Joaquín Balaguer (1966-1978). Se lo pusieron en 1972 cuando, al convertirse en “cabeza-caliente”, había que proteger su identidad. Su apodo no guarda ninguna relación con su nombre.
Su estrecha vinculación con el movimiento sindical lo ha puesto al frente de los acontecimientos obrero-patronales más importantes durante los últimos 30 años. Pepe, como todos lo llaman, es el presidente del Consejo Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), que en estos momentos está al frente de las discusiones por un incremento salarial. Ha tenido de frente a todos los presidentes dominicanos desde 1970.
Abreu se define con un defensor de los derechos de los trabajadores y del Código de Trabajo, en cuya modificación de 1992 participó activamente, siendo una de las voces frente a los empleadores en defensa de los trabajadores.
Al analizar la importancia histórica que tiene Mauricio Báez en el movimiento sindical de República Dominicana, Rafael Abreu entiende que él es el pionero. Confiesa que se asombra al ver los pocos escritos que dejó.
Destacó que Báez, nacido en Palenque San Cristóbal, aunque desarrolló su vida en San Pedro de Macorís, tuvo una actitud que para todo el mundo era asombrosa porque se ganó la confianza de todos los trabajadores del sector azucarero del país.
Explica que ante esta situación es que Rafael Leónidas Trujillo pone los ojos sobre él y a quien también le hizo negociar en 1946 luego de una huelga. Resaltó que fue Báez quien promovió la creación del primer Código de Trabajo, el Seguro de Accidentes de Trabajo, el Seguro Social y otras iniciativas.
“Mauricio Báez fue el forjador o pionero del movimiento sindical clasista creado en el país. Ahora celebramos los 100 años de su nacimiento y nos reunimos con su familia porque valores así deben ser preservados. Creemos que él es el precursor”, dijo.
Cree que la clase obrera dominicana carece de ingresos que le permitan satisfacer sus necesidades de vida y trabajo.
En estos momentos, dijo, cerca del 90% de los trabajadores recibe un salario por debajo de los RD$30,000, aunque la canasta familiar está sobre los RD$29,000. Indicó que aunque un trabajador haya hecho universidad o sea un técnico altamente calificado en realidad no es apreciado en el nivel que merece desde el punto de vista salarial.
Ante esta situación, destacó que el trabajador depende, en la mayoría de los casos, de su capacidad para garantizarse una pensión para cuando le llegue el momento del retiro.
Sobre si la necesidad de retener cohíbe al empleado de reclamar o formar parte de sindicatos, Abreu expresó que ciertamente es así y sucede mucho. Destacó que en estos momentos, según las cifras del Banco Central, el desempleo está en 14.3%.
Para Abreu, está demostrado que la Seguridad Social tampoco ha funcionado adecuadamente, pues los trabajadores deben buscar mucho dinero cuando se enferman porque la cobertura no es tal y peor es cuando es una enfermedad catastrófica o de altos gastos.
“Se subestima muchas veces al trabajador dominicano y hasta tratan de calificarlo de vago y que por eso los haitianos vienen. Pero cuando usted se encuentra con los que están fuera se encuentra que es una mano de obra altamente apreciada por la capacidad de entrega que demuestra a la labor que realiza. Aquí tenemos que lograr que los ingresos que recibe el trabajador sean suficientes para satisfacer las necesidades elementales de todo ser humano”, explicó.
La gente conoce a Pepe Abreu como un dominicano que sólo está involucrado en reclamos y en el movimiento sindical, pero ¿Cómo se define Pepe así mismo?
Bueno Jairon, yo diría lo siguiente: Un persona que a pesar de busca reivindicar al trabajador también reconoce, porque es necesario hacerlo, que el empresariado, como emprendedor, es vital para la sociedad. Reconoce que esos derechos del trabajador no pueden contraponerse ni ser fuentes de conflictos constantes con el que es el empleador, ya que se debe armonizar. Aunque la gente no lo percibe, soy tímido. Es una timidez enorme, que fue a los medios llevado por las circunstancias. Casi nunca quería salir en declaraciones de prensa. Siempre hacía el trabajo por detrás, sin intervenir directamente o dando la cara, más por miedo escénico que por otra cosa.
Esa timidez que en realidad me acompaña siempre se ido venciendo casi por necesidad y no por iniciativa propia, ya que he tenido que exponerme a los medios y hablar en público. Soy una persona que no tiene mucha escolaridad. Estamos hablando de que paré mi educación escolar en el octavo curso de primaria, pero que la lectura ha sido definitoria. No tengo esa gran capacidad académica, pero lo que he logrado ha sido sobre la base de leer mucho. He tenido que ser autodidacta.
Siempre leo todos los periódicos. Leer ha sido la clave. He leído diferentes autores. No sólo me enfoco en temas sindicales. En la cárcel, durante los 12 años de Joaquín Balaguer, yo era de las personas que con los presos de mayor nivel cultural, como lo fue Julio de Peña Valdez, asistía a un escuela que ellos tenían donde estudiamos economía, política, filosofía, literatura y otras ramas del saber. He leído autores que mucha gente se asombra. Se me ha presentado el caso de Fiódor Dostoievski y su obra Crimen y Castigo (1866) y con otros grandes autores como García Márquez. La lectura me despierta una pasión indescriptible. Creo que todo lo que he leído me ha permitido más o menos a desenvolverme.
¿En qué año dejó la escuela?
Eso sucedió en 1972. En ese año fuimos detenidos. Caímos presos junto a otras personas. Ahí perdí el contacto y luego no la continuamos. En esa época fue cuando me inicié en la lucha sindical y política. Aunque no asistía a la escuela siempre me mantenía estudiando. Siempre he creído que los medios enseñan y por eso los leo.
¿Siente que has sido un ejemplo para el país y tu familia?
Yo creo que la gente me conoce. Posiblemente se pueda decir que sí, que he sido un ejemplo. Mis hijos Carolina, Katiusca y Amáury, pero también mi esposa Ana Joaquina, no creo que tengan algo negativo que yo haya hecho de lo cual deben avergonzarse. Muchas veces creo que soy demasiado moderado para ser dominicano. Cuando muchos de mis colegas están en jergas o fiestas, yo agarro mi ruta y me voy para mi dormitorio, en el caso que estemos fuera del país o por igual aquí. Yo no me opongo a que la gente disfrute y fiestee, pero no soy muy fiestero.
Aunque como todo ser humano he tenido tropiezos nunca ha sido como para desestabilizar la familia. Estoy casado con la misma mujer hace más de 30 años y ahí estoy tranquilo venciendo los obstáculos del día a día.
Sus ocupaciones como representante lo han llevado a muchos países. ¿Adónde?
Es impresionante lo que conocemos. Cuando visito por primera vez la Unión Soviética y llego a la tierra que había leído que era el paraíso, porque ahí está en el poder el proletariado, que era nuestro anhelo, visito las tumbas de Vladimir Lenin y Stalin y veo el Kremlin, me di cuenta que ese régimen, que lo veíamos como ideal para contraponerlo al capitalismo, por ser socialista, tenía sus contradicciones. Era una sociedad hermética. Ver el desarrollo militar y conocer de su gente que en aquella época no sabían hacer pasta dental, por ejemplo, era chocante. Por estas situaciones fue que el Ejército Rojo, que había instaurado el sistema socialista, cae sin que se tire una sola bala.
Finlandia, que estuvo bajo la Unión Soviética, es capitalista y no se ven esas desigualdades tan marcadas. Este país tiene 96% de desarrollo humano. Es un país que no es excluyente porque distribuye el crecimiento económico. Los ciudadanos pagan sus impuestos porque saben que se lo van a devolver en obras y servicios o una buena seguridad social. El que mete la mano, sea quien sea, se le lleva un juicio y paga su delito.
Mi experiencia con Cuba, en el caso de América Latina, es que es un país extraordinario. Cuando usted analiza se da cuenta que los cubanos han superado muchas cosas: el analfabetismo, salud y demás, pero siempre con problemas en la producción, la cual no se ha podido desarrollar para que haya un pleno bienestar. Hoy Raúl Castro está buscando giro a lo que en principio se creó que la propiedad colectiva o estatal podía ser objeto de desarrollo.
Brasil es otro ejemplo. Lula Da Silva, que viene de la clase obrera, demostró que tuvo la capacidad para llevar un país grande por buen camino. Llegó luego de tres intentos y ha sido calificado, incluso por los empresarios, como uno de los mejores de su historia. Esto demuestra que luego de haber tenido Brasil presidentes de la clase alta, encontró a un jefe de Estado que, a pesar de surgir de la miseria, se convirtió en uno de los mejores.
China es otro país impresionante. Fui cuando aún no se habían liberado los mercados. No había un país y dos sistemas. Mao Tse-tung gesta este país y Teng Siao Ping, al llegar al poder, dice algo que asombra al mundo: “Es maravilloso ser rico”. Entonces dice que hay que darle 10,000 años de vida a la burguesía, porque en ella hay muchos elementos que se pueden aprovechar. Aquí comienza la filosofía de crear un país con dos sistemas: un capitalista para la producción y otro político de carácter socialista. Este modelo ha funcionado porque le ha permitido sacar de la pobreza a millones de sus ciudadanos.
“No sólo basta tener preparación académica o intelectual, también tiene mucho que ver el sentido de justicia que tenga la persona de construir una sociedad equitativa”, sostiene.
¿De qué vive Pepe Abreu?
Vivimos de esto que hacemos. Los sindicatos pagan un 30% de cotización a la central a la que están afiliada y un 70% permite, aunque las cotizaciones no sean altas, que Pepe Abreu reciba mensualmente entre RD$20,000 y RD$25,000. Otros dirigentes también pueden recibir algo. Nos apoyamos muchas veces en algunos sindicatos que son solidarios con nosotros y de otros países más desarrollados, los cuales nos aportan para la formación.
¿Tiene militancia política?
Yo no tengo militancia política orgánica. Sin embargo, soy una persona que desde 1990 estoy ligado al Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Siempre he apoyado a los candidatos de esta organización desde 1990, pero desde que llegan al poder entramos en divergencia porque hay gente que entiende que le deben bendecir todo lo que dicen y eso no es así. Ahí es que dicen que yo, a pesar de ser de ellos, estoy llamando a una huelga. Es que no entienden el papel.
¿Cómo es su relación con el expresidente Leonel Fernández?
Son buenas. Cuando hablo con él, contrario a los demás, me dice: Pepe ese es su rol. Usted nunca debe ceder en lo que a usted le corresponde. Él me ha dicho así. Esto quiere decir, quizá, que él interpreta mejor cosas que otro funcionario de segundo, tercera y cuarta categoría no entienden.
Joaquín Balaguer
A su entender es el gobernante que prácticamente más daño hizo a la juventud dominicana que tenía muchas ansias de libertad, luego de la Guerra de Abril.
Juan Bosch
Yo creo que la frustración más grande de este pueblo es no haber tenido a Juan Bosch como presidente por lo menos por un período completo. Es la figura que debió encarnar la base de la democracia y el desarrollo económico.
Peña Gómez
Es una lumbrera porque Peña Gómez vino de un estrato económico tan bajo de la población, y tiene que ser fuente de inspiración para todo trabajador porque se construyó prácticamente así mismo por sus cualidades naturales.
Antonio Guzmán
Es la persona que dio apertura a la libertad. Cuando Guzmán llega y se rompe la cadena del balaguerismo y deja de lado la famosa Ley de Austeridad, subiendo los salarios a RD$125 y comienzan los sindicatos a organizarse, creo que es un hombre que hizo un gran aporte y no debió haber terminado de la forma tan trágica en que terminó.
Leonel Fernández
Es una persona que tiene una gran formación. Creo que su capacidad es para que haya dado más al país. Debió haber creado un mayor equilibrio de poder en el país. No ha llenado las expectativas que nos creamos con él. Completó su tercer período y debió equilibrar más el sistema. Creo que ha sido un gobernante conservador.
Hipólito Mejía
Es un buen hombre. Nos recibía cada vez que se lo pedíamos en el marco de nuestra labor en el movimiento sindical. Discute de tú a tú y muy fácil de tratar. Sin embargo, cuando se trataba de concretizar lo acordado todo se volvía difuso porque se dejaban muchas cosas sueltas. Es accesible y fácil de tratar.
Código Laboral
El Código Laboral Dominicano es, dentro de sus similares de América Latina, uno de los mejores y relativamente bueno, por lo que ha sido preservado.
Explicó que el código actual data de 1992, en un gobierno de Joaquín Balaguer, y había mucha presión para su modificación. Consideró que entre las cosas que en la legislación se deben cambiar está la omnipotencia que tiene el empleador de llamar a un trabajador y decirle que está cancelado sin tener que justificarlo. “El Código dice que lo puede hacer sin alegar causa. Creemos que esto es injusto. Basta con que le pague las prestaciones”, dijo.
A su entender, el Código Laboral tiene un elemento que es contraproducente. Tiene que ver con la renuncia, ya que un trabajador que luego de 20 ó más años en una empresa podría tener el interés de irse, pero no lo hace porque no quiere perder sus prestaciones. En este caso el patrón le puede decir que sí, que se vaya sin que le toque nada. Es aquí, expresó, que muchos comienzan a portarse mal para provocar un despido y no perder el sacrificio de tantos años.
Otro de los aspectos que Abreu considera debe modificarse es lo relativo a la libertad sindical. Indicó que da derecho a los trabajadores a organizarse sólo comunicando que están haciendo un comité gestor. En este caso, dijo, la ley protege a 20 empleados, pero los empresarios comienzan a cancelar a otros trabajadores, debilitando la iniciativa. El fuero debería ser completo en la empresa, siempre
Pepe es un seudónimo que no tiene nada que ver con el nombre. En su caso se le puso en los 12 años para escabullirse u ocultarlo en aquellos años. Respecto a la relación empresarios-obreros, Abreu consideró que antes eran mejores las relaciones.