[dropcap]A[/dropcap] principios de este año, el fundador y presidente del Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en ingles), Klaus Schwab publicó su nuevo libro titulado “La Cuarta Revolución Industrial”. Este fue el tema principal de la última conferencia anual del WEF, la cual tuvo lugar en enero pasado en Davos, donde los principales líderes políticos, empresariales y académicos del mundo se unieron para conversar y reflexionar sobre ¿Qué es la 4ta Revolución Industrial? ¿Cuáles son los retos y oportunidades para países, organizaciones e individuos? Y ¿Cómo transformará el trabajo, la educación y las industrias?
Schwab plantea que la velocidad, alcance e impacto son las principales características de esta nueva era digital, impulsada por avances tecnológicos como el procesamiento y analítica de datos, la computación en la nube y los dispositivos inteligentes interconectados vía internet a través de las redes sociales, dando nacimiento a innovaciones sin precedente en áreas como Inteligencia Artificial, Robótica, Impresoras 3D, Drones, Internet de las Cosas, Biotecnología y Nanotecnología.
Al referirse sobre las oportunidades que ofrece esta nueva era, se dieron ejemplos concretos de empresas como UBER, AIRBNB y Spotify y como estas beneficiaban a los consumidores de formas nunca antes vista. Estas tres empresas, con menos de diez años de existencia y una valoración de mercado impresionante, se han expandido en todo el mundo, impactando las industrias tradicionales de taxis, turismo y música.
Uber está disponible en más de 400 ciudades, no posee vehículos y está valorada en más de 40 billones de dólares. AirBNB está disponible en 190 países, no posee propiedades inmobiliarias y está valorada en 25 billones de dólares (más que las cadenas Hilton y Marriot). Y Spotify está disponible en más 60 países, no produce contenido musical y está valorada en 8.5 billones de dólares.
La estructura de costo de estas nuevas empresas disruptivas se centra principalmente en la nube, almacenamiento y procesamiento de datos, y sus innovadores modelos de negocios se sustentan de la inteligencia de dichos datos.
De cara a nuestro país, a principios de este año, el presidente Danilo Medina anunció el programa “República Digital” cuyo principal objetivo es contribuir con la transformación digital del país, y se concentra en cuatro pilares fundamentales:
1. Banda Ancha para Todos para ofrecer mayor acceso a conectividad a estudiantes y la población en general;
2. Un Computador para Cada Estudiante y Profesor para mejorar la calidad de la educación con el apoyo de las TIC,
3. Gobierno Abierto y Trasparente para ofrecer más y mejores servicios a los ciudadanos, y
4. República Productiva para fomentar la competitividad y productividad de las Pymes creando mejores oportunidades de empleos para los jóvenes.
El momento del lanzamiento de este importante programa es sumamente oportuno. Otros países ya han iniciado programas similares. En India existe el programa “Digital India”, en Colombia el programa “Vive Digital”, e incluso algunos países en África están iniciando programas parecidos.
Como señala el presidente del WEF en la introducción de su libro, para garantizar un impacto positivo en esta era es obligatorio que gobierno, empresas, instituciones educativas y sociedad civil trabajemos juntos. En el caso de la academia, es importantísimo que los líderes del sector educativo de nuestro país reflexionemos sobre cuáles son las competencias que deben desarrollar nuestros estudiantes frente a las oportunidades que ofrece esta Cuarta Revolución Industrial y para eso es necesario mantener un dialogo constante con los demás sectores mencionados.
Estamos viviendo un momento de oportunidad histórico para nuestro país y ya existen iniciativas interesantes y de gran impacto. Hace unos días me comentaban sobre una aplicación “ColmaAPP” que ya utilizan los consumidores para hacer sus pedidos en los colmados, por los dueños de los colmados para tomar las órdenes y procesar los pagos y por los delivery para mejorar la distribución con mayor seguridad. Este es un ejemplo impresionante de inclusión digital que crea un impacto positivo a nivel social y económico.
Todos vemos con mucho optimismo esta nueva era y este nuevo programa de transformación que nos abre las puertas hacia el desarrollo sostenible. Sin lugar a dudas, este es el inicio de una gran revolución en nuestro país, mas allá de educativa, una revolución digital.
Juan Lozada | AMCHAM-DR