[dropcap]L[/dropcap]a integración de los Millennials o Nativos Digitales a la fuerza laboral y las grandes tecnologías que se generan cada día están cambiando las estructuras de las organizaciones y la forma de comunicarse con sus colaboradores.
Los Millennials no solo son los nuevos profesionales, son los nuevos consumidores, los nuevos clientes y los nuevos líderes.
Las empresas tendrán que adaptarse tarde o temprano a su forma de trabajar, entender que el internet y las redes sociales no solo son una herramienta de apoyo sino que son parte de una filosofía de vida, de hacer negocios, de establecer acuerdos y de conversar. Esta transformación de cultura obligará a las empresas a cambiar su enfoque para el desarrollo de liderazgo con el fin de preparar a los Millennials para las posiciones más influyentes.
Es una generación que tiene mucho que aportar, una generación de emprendedores que crearán sus propios negocios buscando ser autónomos, huyéndole a las jerarquías y protocolos, la mayor parte de estos jóvenes ya se consideran a sí mismos como líderes a pesar de que menos de la mitad tienen posiciones de liderazgo formal.
Sin embargo, la percepción más común en torno a esta generación es la rotación laboral que puede hacerse realidad si no reciben la formación y el apoyo que se alinea con una trayectoria profesional clara enfocada en el liderazgo.
Los Millennials no se ven atraídos por el dinero o el reconocimiento asociado a posiciones de liderazgo, quieren ser líderes para inspirar a los demás y marcar la diferencia, buscan un ambiente más colaborativo, trabajos online o coworking y estrategias de crowfunding.
Esta generación es el liderazgo del futuro y las empresas deben comenzar a conocerla y a crearle las condiciones adecuadas para retenerla, llevando a cabo evaluaciones de liderazgo y de personalidad para comprender mejor los rasgos de estos jóvenes y luego ofrecer a los entrenadores y mentores las herramientas para asesorarlos.