[dropcap]E[/dropcap]l recibir la noticia de estar en estado de gestación no es sinónimo de abandono, tampoco significa que se pueda comenzar con una dura rutina de ejercicios para no aumentar unos kilos de más, sino buscar un equilibrio en esta etapa de la vida.
Un componente esencial es que si se tiene un historial de entrenamientos con ejercicios de pesas y otros que no son muy común en la maternidad, es posible seguir la rutina, pero adoptando requerimientos como controlar la temperatura corporal, un mayor descanso y nuevas posiciones. Así lo entiende el coach Tony Parra.
“En la actualidad las redes sociales se ven cargadas de imágenes y comentarios sobre este tema. Tanto rechazos como aprobaciones. Hay mitos y realidades”, manifiesta el entrenador.
Dice que a menos que no tengan una contraindicación del médico por tener un embarazo de alto riesgo pueden hacer todo tipo de ejercicios. Y un factor importante es lograr con cada ejercicio no aumentar la temperatura corporal, esto para evitar un aborto.
En cuanto a la flexibilidad, dice que hay que tener mucho cuidado con los grados de movimiento de los ejercicios. Porque en esta etapa hay un aumento significativo, y que tanto las posiciones inclinadas o aquellos que hagan presión al abdomen no son factibles.
Pondera que mientras más libras se aumenten, las repeticiones deben disminuir. Y que es importante tener más descanso durante los entrenamientos. “Si antes se descansaba tres segundos o un minuto, ahora deberán ser de 75 a 90 segundos”.
Una de las realidades es que a la hora de elegir el entrenador, debe ser alguien con experiencia en el área. Parra asegura que existen cursos para manejar algunas situaciones durante los entrenamientos, pero no hay una certificación oficial que avale que sí se está en condiciones para hacerlo.
En cuanto a la duración del entrenamiento dice que lo determina el médico. Pero que ha manejado casos que desde las primeras semanas hasta cuatro días antes de dar a luz entrenan de manera natural. Y en muchos casos firman un poder de descargo hacia el gimnasio.
El tema de responsabilidad social es un factor por el que en las grandes cadenas no hay entrenadores en el área. En los que sí los tienen, como Training Club, lugar donde labora el referido entrenador, se debe firmar un contrato de descargo. Esto por la posibilidad de que la mujer rompa con las rutinas diseñadas por el entrenador y tenga algún tipo de problema.
Dos cadenas de gimnasios consultadas por elDinero, confirmaron que no tienen entrenadores para embarazadas. El Gold’s Gym no tiene ninguna clase ni entrenaniento y en el Body Shop solo ofrecen clases de pilates y otras prenatales, pero no con entrenadores personales.
Moderación
Recuperación más rápida, un parto más natural y aumentar menos libras durante el embarazo, son algunas de las razones por la que el ginecobstetra Álvaro Gartner recomienda ejercicios moderados para las embarazadas.
A diferencia de algunos entrenadores, Gartner dice que no acepta que sus pacientes hagan cualquier tipo de ejercicio. “Pueden correr, caminar y montar bicicletas, pero con moderación”, recomienda.
Sobre las realidades de las mujeres que se consideran fitness y que quieren seguir con el mismo entrenamiento, una vez que saben que están embarazadas, el especialista dice que no lo permite en sus pacientes porque puede lastimar a la criatura.
“Hacer pesas puede ser cuesta arriba. Se debe tener claro que el organismo de la mujer cambia completamente y no solo se trata de una persona, sino de dos. Al realizar cualquier tipo actividad pesada se puede estimular el músculo del útero y ocasionar un parto prematuro, por lo que no doy el sí para realizar deportes o entrenamientos extremos”, pondera el médico. Sobre las dietas, dice que el embarazo no es para hacer dietas.
“Hay ciertos componentes que se añaden o se eliminan en la alimentación, pero no puede haber dietas para rebajar, a menos que la madre esté haciendo un sobre peso”, explica Gartner.
Recomendaciones
El especialista Álvaro Gartner recomienda que si es una mujer que le gusta estar de pie en un gimnasio y hacer ejercicios, debe disminuirlos. Y que dependiendo de la evaluación en los primeros tres meses (que son los más riesgosos) se toma la decisión de suspenderlos o no.
El especialista afirma que con un buen examen ginecológico se determina qué ejercicios no comprometen el embarazo y cuáles son los adecuados para la paciente. Está al tanto de fuertes entrenamientos que hacen algunas mujeres durante los nueve meses, pero que en su larga trayectoria, nunca ha dado el sí para realizarlos.
El ejercicio es vital para tener un parto natural y sin complicaciones, pero hacerlo de manera adecuada y con la autorización del médico de cabecera es lo más importante.