[dropcap]L[/dropcap]as leyes que se trabajan en el Congreso pueden tocar múltiples ámbitos de la vida nacional. Es por ello que los diferentes sectores económicos y sociales cuentan con personas que se encargan de velar por sus intereses, es decir, un lobista.
Para realizar de manera efectiva esta labor, David Redolí, presidente del Consejo Directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP) de España, recomienda prever los cambios en la legislación que pudieran afectar el sector que se pretende defender.
“El lobismo bien entendido busca la anticipación como factor clave para lograr resultados”, asegura Redolí, quien además es miembro del equipo docente del curso de posgrado Especialista en Asuntos Públicos y Lobbying.
En una entrevista para Llorente & Cuenca, facilitada a elDinero, Redolí habló sobre la importancia de la especialización, las tendencias del sector y las dotes de comunicador del lobista, entre otros aspectos.
“Son muchas las organizaciones que aún entienden el lobismo a posteriori, es decir, cuando el proyecto de ley ya está anunciado, encima de la mesa, o cuando el tema ya ha eclosionado en los medios de comunicación. Eso es un error.
El lobismo bien entendido, por el contrario, busca la anticipación como factor clave para lograr resultados. En un mundo tan globalizado, tan cambiante y tan veloz, gestionar los asuntos públicos ex post (reaccionando a lo que va ocurriendo) dificulta (mucho) el éxito”, destaca el experto.
En ese sentido, enfatiza en que el lobbying requiere planificación, estrategia y técnicas específicas de la sociología, de la ciencia política, del derecho, del periodismo y de la psicología para lograr un buen desempeño. El lobista de hoy día es sobre todo un analista y un estratega, no un relaciones públicas, explica.
Por ello su visión es que la actividad de lobismo es imprescindible para cualquier compañía y organización, sea pública, privada o del tercer sector.
“La buena reputación, la confianza, la credibilidad. La defensa de los intereses de cada una de ellas tendrá que hacerse de acuerdo al reforzamiento de esos bienes reputacionales. Además, por otra parte, las empresas necesitan reducir el nivel de incertidumbre y, en un entorno tan competitivo, necesitan también anticiparse a los escenarios que están por venir”, sostiene.
Hoy en día, considera Redolí, todo es cada vez más multidisciplinar e intersectorial. Y los cambios cada vez son más rápidos y profundos. Así, la interacción entre el sector público, el sector privado y el tercer sector no solamente es necesaria: es que ya es imprescindible para operar en las democracias avanzadas”.
En el centro del trabajo, explica, se halla la comunicación. “El trabajo de los profesionales del lobismo está directamente relacionado con la comunicación pública. De lo que se trata, en esencia, es de transmitir de manera eficaz mensajes e información a públicos determinados, en un contexto concreto y en el momento adecuado. Teniendo esto en cuenta, está demostradísimo que el dominio del lenguaje político, la construcción de argumentos sólidos, el uso de herramientas como los argumentarios y los discursos, el saber manejar la relación proactiva con los medios comunicación son aspectos cruciales para le gestión de la representación de intereses”, apunta.
Acerca de David Redolí
David Redolí (Zamora, 1973) es licenciado en Sociología por la Universidad de Salamanca, máster en Ciencia Política por la Universidad de Georgetown (Estados Unidos), máster en Comunicación de las Organizaciones por la Universidad Complutense de Madrid y postgraduado del V Programa de Liderazgo para la Gestión Pública del IESE.
Ha recibido las becas Erasmus en la Universidad de Glasgow (Reino Unido), Intercampus en la Universidad de Belgrano (Argentina) y del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en la Universidad de Harvard (Estados Unidos). En estos momentos prepara su tesis doctoral sobre la construcción de la confianza en las instituciones públicas (Universidad Complutense de Madrid).
Ha sido director del gabinete de la Presidencia del Consejo de Seguridad Nuclear (2010-2013). Desde 2007 hasta 2010 fue asesor, en materia de comunicación, de la Vicepresidenta Primera del Gobierno de España (Ministerio de la Presidencia).
Asimismo, se ha desempeñado en puestos de la Unión Europea (European Youth Forum), de la Administración Pública española (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Ministerio de Administraciones Públicas, Secretaría de Estado de Comunicación) y de la empresa privada (Edelman, Nearco). En la actualidad es asesor del Consejo de Seguridad Nuclear de España (CSN).
En julio de 2014 fue elegido presidente del Consejo Directivo de la Asociación de Comunicación Política (ACOP). Desde 1999 es miembro del Colegio de Doctores y Licenciados en Ciencias Políticas y Sociología. Forma parte del Comité de Ética de la Investigación de la Universidad Camilo José Cela (UCJC).