Pétion-Ville.- A pesar de sus diferencias, República Dominicana y Haití tienen intenciones de acercarse. Esta vez gracias a las voluntades del sector académico que busca dilucidar vías para que el antagonismo en La Española llegue a ser cosa del pasado.
Pero no solo las universidades tienen intenciones de que ambos países aborden el tren de la cordialidad y se beneficien de los frutos que pueden surgir del comercio. Sino que dentro de ambos gobiernos y sociedades civiles hay voces que levantan el estandarte de la convivencia pacífica y la cooperación.
Para Benedique Paul, director del Centro de Emprendimiento e Innovación (CEI) de la Universidad Quisqueya (UniQ), existen múltiples ámbitos en los que República Dominicana y Haití pueden estrechar lazos, pero existen dos que son neurálgicos.
El primero es cultural, con el desarrollo de una identidad a nivel de la isla, respetando las diferencias de cada país. Esa identidad sería útil para establecer una comunicación provechosa con otros países y regiones del mundo.
El segundo lazo de cooperación que se puede forjar es el turismo, con la creación de una agencia común que venda ambos destinos en el exterior de forma complementaria.
Según Paul, los dos países tienen atractivos a poca distancia que pueden incrementar el interés de los turistas a la hora de viajar.
“Pero para lograr tal tipo de cooperación las barreras a veces son inmateriales y hay que trabajar al nivel ideológico. Pero yo diría que debe haber empresarios que quieran cortar esa barrera, porque no hay ninguna ley que impida la inversión”, expresó, tras resaltar el papel preponderante de la inversión privada para conseguir estos tipos de acercamientos.
A su juicio, se puede seguir avanzando con el desarrollo de vías de comunicación entre las dos naciones e ir superando la barrera del idioma. “Hay que desarrollar en los dos países cursos para que hablar los dos idiomas se vuelva natural”, afirma.
Entiende que en un futuro los acercamientos podrían seguir avanzando hasta llegar a tratados de libre comercio. “A medida que los empresarios vayan teniendo interés de invertir, van a forzar a los políticos a cambiar los puntos de vista, porque somos una sola isla, el socio más cercano entre uno y otro”, enfatiza.
Asegura que su país tiene intenciones de atraer inversiones dominicanas. Pone como ejemplo que, después del terremoto que asoló Puerto Príncipe, gobierno haitiano ha contratado a firmas y empresas dominicanas para las labores de reconstrucción.
“Las carreteras aquí son hechas por empresas dominicanas, es decir que no hay ningún tipo de barrera y hay que desarrollar la tendencia que hay actualmente y hacerlo de manera inteligente”, concluye.
El embajador dominicano en Haití, Rubén Silié, asegura que los conflictos económicos devenidos durante los últimos años demuestran que ninguno de los dos países había diseñado una estrategia ante el otro, pues la norma histórica ha sido ignorarse mutuamente.
El diplomático también considera que, para favorecer el avance de las relaciones bilaterales no se puede perder de vista que las diferencias económicas a uno y otro lado de la frontera se deben a factores históricos de orden político que han propiciado un crecimiento a dos velocidades.
“Si Haití hubiese tenido una continuidad política mayor a partir del año 86, yo no creo que las diferencias entre ambos países fuesen tan amplias como están hoy. No creo que ninguno sea mejor que el otro, más bien que las circunstancias historias ha sido determinantes”.
Tampoco ha habido una estrategia de República Dominicana para bloquear el desarrollo industrial y comercial de Haití. “Insisto, esa estrategia no existe. República Dominicana exporta y se encontró con ese mercado, y el comercio importador haitiano se encontró con la oportunidad”.
Además manifestó su firme convicción de que los países no son dos países confrontados, y aclaró que el tema migratorio no es un recurso político e ideológico del Estado dominicano, sino que la percepción negativa de la migración haitiana en el país se corresponde a intereses muy particulares de este lado de La Española, pero no es una política oficial.
“Esa es una oportunidad para los que nos preocupamos por el tema migratorio y para los haitianos para que podamos avanzar en políticas explícitas sobre la cuestión migratoria. Lo que ocurrió con la sentencia del Tribunal Constitucional fue una cosa, pero el Gobierno ha hecho esfuerzos para subsanar esa situación”, enfatizó.
Comercio entre República Dominicana y Haití
El comercio es una de los principales pilares de las relaciones binacionales. Las turbulencias durante los últimos años devenidos por los desacuerdos comerciales así lo demuestran. Es por ello que un grupo de congresistas haitianos, encabezados por el senador Jean Baptiste Bien-Aimé, busca levantar la prohibición de la entrada de 22 productos dominicanos a Haití por la vía terrestre. Entiende que esta medida ha encarecido el precio de los productos y que perjudica a los pobres de su país.
Los economistas Juan del Rosario y Wagner Gomera realizaron un levantamiento en los mercados fronterizos. Allí determinaron constataron las deficiencias físicas en que operan los mercados fronterizos.
Además, en el lado dominicano, las plazas presentan mejores condiciones que las de su pares haitianas, en donde no existe ningún tipo de infraestructura.
Los expertos concluyeron que Aunque en Dajabón se construyeron instalaciones para albergar a vendedores del mercado, a solo cuatro años se necesita realizar grandes reparaciones. El mercado se caracteriza por la ineficiencia de la infraestructura, la inseguridad, el desorden y la falta de higiene.
Otro levantamiento de Vladimir Pimentel Florenzán, coordinador del Comité Temático de Comercio del Observatorio Binacional para Migración Medio Ambiente, Educación y Comercio (Obmec), revela que República Dominicana tenía 7,048 líneas arancelarias, mientras que Haití alcanza las 5,285 líneas arancelarias.
El arancel promedio de Haití es de 4.9%, frente al dominicano de 7.8%, para una diferencia de 2.9 puntos porcentuales.
Seminario del Obmec
El Observatorio Binacional para Migración Medio Ambiente, Educación y Comercio (Obmec) realizó en Pétion-Ville, Haití, el “Seminario sobre el comercio bilateral Haití-República Dominicana”, con el auspicio de la Unión Europea.
También contó con el apoyo de la Universidad Quisqueya (UniQ), la Universidad Acción Pro-educación y Cultura (Unapec), la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), la Universidad Nacional Pedro Enríquez Ureña (UNPHU), la Universidad Iberoamericana (Unibe), y la Universidad Notre Dame de Haití (UNDH).
La directora del observatorio, Rachelle Charlier Doucet, aseguró que se trata del primero de múltiples encuentros organizados por la institución, con el fin de debatir los principales temas que inciden en las relaciones de República Dominicana y Haití desde una visión académica.
Este primer seminario se realizó en el hotel Rancho Haití, abordando los diferentes aspectos del comercio binacional, entre ellos las diferentes vedas.