[dropcap]L[/dropcap]a Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) ha enarbolado la bandera de la industrialización, el incremento de las exportaciones y el fortalecimiento y crecimiento del empleo formal como puntas de lanza del desarrollo sostenible de nuestra nación.
Sin embargo, para que estas banderas ondeen con fuerza y se sostengan se requiere continuar definiendo y fomentando políticas de desarrollo productivo o políticas industriales activas que pongan especial énfasis en el impulso tecnológico, la innovación, investigación y desarrollo, en los encadenamientos productivos, en las alianzas pública-privadas, en la facilitación de comercio y logística, así como en todas las áreas que generen mayor productividad.
En ese sentido, la AIRD ha asumido el compromiso de sembrar nuevos paradigmas en las nuevas generaciones de industriales, tomando en cuenta las experiencias vividas, pero sobre todo los cambios empujados por procesos de apertura comercial, una acelerada innovación tecnológica y el valor del conocimiento.
El industrial y empresario de décadas anteriores fue el fruto de circunstancias que ya no existen, pero que nos han llevado a donde estamos hoy. El nuevo industrial es producto de otra coyuntura, donde son claves conceptos como la globalización y la transparencia.
Un paradigma es, simplemente, una perspectiva, un enfoque, un conjunto de juicios y valores que permiten abordar procesos. Contrario a lo que algunos piensan y como decía Winston Churchill “el empresario no es el lobo rapaz ni la vaca para ordeñar, sino el caballo que tira del carro del desarrollo”.
Hoy nos encontramos en un mundo interconectado, en que las exigencias sociales salen a flote, por lo que los industriales debemos encontrar la forma de combinar nuestros intereses empresariales con los anhelos sociales. Conscientes de que nuestras empresas afectan la vida de miles de dominicanos y de que la generación de empleos dignos es una de las mejores formas de contribuir al bienestar social.
Nuevos paradigmas en que las empresas son cada vez más rentables y competitivas, enfocadas en el desarrollo de una cultura exportadora, fortaleciendo sus vínculos con la investigación y el desarrollo, articulando un sector productivo con otro sector productivo en encadenamientos en que pueden ganar las empresas locales y las empresas internacionales.
Nuevos paradigmas en que los líderes empresariales –especialmente los líderes industriales– se sientan a la mesa con los líderes de las instituciones públicas y define acciones y procesos para contribuir al crecimiento del sector.
Nuevos paradigmas en que la responsabilidad social desborda el simplemente hacer actividades filantrópicas, de puro mercadeo social, para ligarse en una visión de desarrollo sostenible con comunidades y sectores en proyectos y programas diversos. La sociedad espera que el sector industrial responda con sus actos.
El compromiso y las decisiones tomadas tienen consecuencias que no sólo impactan en las empresas, sino también en las diversas comunidades en las que se encuentran insertas dichas empresas.
Enfoques
Nuevos enfoques en que se enfatiza esta comunión empresa-sociedad, con el fin de establecer un balance entre los beneficios y el equilibrio económico y social.
Lo anterior implica hacer conciencia de que cada uno de los actores de la sociedad (laboral, social, político y empresarial) juega un rol importantísimo en el desarrollo del país, por lo que es necesario mantener y enriquecer esa sinergia que nos enorgullece. El compromiso de la AIRD es trabajar junto a otros dando pasos sólidos para lograr los cambios estructurales que permitan alcanzar mayores niveles de productividad e institucionalidad y ubicarnos en el concierto de naciones desarrolladas.
Nuevos paradigmas en que tanto la sociedad como sus sectores económicos superen el régimen paternalista, en el que esperamos que el gobierno sea quien resuelva todo. Es necesario definir en conjunto soluciones en donde haya un “ganar-ganar” para todos.
Las organizaciones empresariales, como la AIRD, se han convertido en agentes indispensables para lograr el mejoramiento y crecimiento de la sociedad a través de una interlocución y un diálogo con otros actores de la sociedad, lo cual ha dado grandes frutos.
Iniciativas en el sector
Son múltiples los ejemplos que resultan de ese diálogo. Entre ellos pueden mencionarse el empuje de encadenamientos productivos, la creación de clústeres, la reforma de la Ley de Competitividad e Innovación Industrial, Proindustria, la organización de la Mesa de Seguimiento del 2do. Congreso Industrial, la celebración formal del Día de la Industria Nacional… constituyen algunos de los más recientes y transcendentales frutos de esa buena interlocución, que han brindado aliento a nuestro sector. El diálogo es una senda que no debe abandonarse jamás.
Nuevos paradigmas que permitan a República Dominicana adoptar firmes políticas de desarrollo productivo proactivas, de modo que la industria pueda enfrentar sus grandes retos.
En los últimos años hemos realizado importantes reformas, diálogos e iniciativas, pero debemos vigilar lo que están haciendo otros países para no quedarnos atrás. La AIRD estará siempre dispuesta a enfrentar retos, derrumbar muros si es necesario, pues los industriales dominicanos tenemos la capacidad y el carácter para crecer, para expandirnos.
Las empresas industriales son espacios que transforman la vida de miles de dominicanos. Compiten siendo parte de un país que busca marchar como unidad y como diversidad, en lo económico, en lo político y en lo social. Todo cambia, cambian los paradigmas con los que se insertan los sectores productivos en una economía global. Cambia también el sector industrial, verdadero orgullo nacional!