[dropcap]C[/dropcap]uando el presidente Danilo Medina decidió, desde inicios de su gobierno, realizar visitas sorpresa a comunidades rurales pobres del país, fue visto como algo positivo y sin precedentes en la gestión gubernamental.
Desde nuestro punto de vista solo citamos como un elemento desfavorable el hecho de que se trata de una decisión personal fruto de su sensibilidad social, pero que debía ser algo institucionalizado, de forma que permanezca como mecanismo de lucha contra la pobreza e incentivo a la producción en el campo, independientemente de quién gobierne.
Pero entre tantos aspectos positivos que se pueden citar sobre las llamadas visitas sorpresa, se destaca el que tal vez tiene mayores efectos en cuanto a sostenibilidad y permanencia de la mejoría en la calidad de vida en esas localidades. Se trata de la motivación a la formalización empresarial y laboral.
Cada vez que el Presidente visita una comunidad anuncia financiamientos blandos para los campesinos, pero les pone como condición que deben organizarse en cooperativas o microempresas para poder ser sujetos de crédito y para poder comercializar sus productos.
El resultado de esta condición es positivo por varias vías: de un lado se fomenta la creación de empresas formales y por consiguiente se crean empleos formales que garantizan seguridad social y derechos a los trabajadores.
Esas deben ser las razones por las que en la gestión gubernamental de Medina es cuando se ha registrado la mayor cantidad de nuevas empresas y de nuevos empleos formales.
Así lo indican las estadísticas de la Tesorería de la Seguridad Social (TSS). Al 30 de septiembre de 2012, recién iniciada la gestión de Medina, la TSS registraba un total de 49,820 empresas formales cotizantes a la seguridad social. Luego de 41 meses de gestión, a febrero de este año, la cantidad de empresas registradas suma 70,864.
Esto indica que en lo que va del gobierno de Medina se han formalizado 21,044 nuevas empresas para un promedio mensual de 513 unidades productivas. No todas son fruto de las visitas sorpresa, pero sí una buena proporción, a las que se agregan otras creadas también por la gestión del gobierno actual: los concursos para adjudicación de obras a ingenieros que han tenido que formalizarse para participar, así como el cumplimiento estricto a la normativa que establece que el Estado le compre el 20% de sus bienes de suministro a microempresas, lo cual también motiva a ese sector a formalizarse para poder hacer negocios con entidades estatales.
Pero, ¿cuál ha sido el impacto de esa formalización de empresas en la creación de nuevos empleos? La respuesta puede extraerse también de las estadísticas de la TSS donde se detalla que al 30 de septiembre de 2012 se registraban 1 millón 386,142 trabajadores cotizando a la seguridad social, es decir, formales.
En tanto que, a febrero de este año, la cantidad de empleados cotizantes es de 1 millón 805,005, para un incremento de 418,863 nuevos trabajadores en un período de 41 meses.
Esto indica que en términos promedio, en la gestión de Medina se vienen creando 10,216 nuevos empleos formales cada mes, para alcanzar una proporción de 122,594 empleos cada año.
Esa cantidad de nuevos empleos supera en más de un 22% la meta que el propio Presidente se había trazado durante su gestión de crear al menos 100,000 nuevos empleos cada año.
Se puede decir que una parte de esos nuevos empleos se han creado en las propias entidades del Estado (alrededor de un 28%), pero en todo caso se trata de un logro significativo, el hecho de contribuir con la generación de cerca de 100,000 nuevos empleos formales en el sector privado, como resultado de acciones oficiales tendentes a motivar la creación de nuevas empresas, combinadas con la estabilidad macroeconómica que ha caracterizado la actual gestión con un crecimiento promedio de un 7% anual en la economía medida por el producto interno bruto (PIB). Eso es positivo…