El Distrito Industrial de Santo Domingo Oeste, mejor conocido por sus siglas DISDO, se ha convertido en un proyecto decepción. Le han pasado cuatro gobiernos por encima y no ha encontrado a nadie que decida ponerlo a andar.
Aún no se entiende cómo es que un proyecto con esta importancia, que sería el primer parque Pymes verdaderamente planificado del país, con empresas que serán suplidoras de grandes compañías locales y extranjeras, no ha recibido el favor de ninguna de las cuatro administraciones del Estado. ¿Por qué no arranca de una vez y por todas?
Todos los Presidentes que el país ha tenido en los últimos 16 años han ido al lugar donde se construirá este proyecto. No han pasado de las calles, lotificación y una que otra edificación administrativa. Pero nada más.
Es una pena, una verdadera pena verlo frenado en el tiempo. Sólo resta esperar a que alguien se quiera casar con la gloria.