[dropcap]L[/dropcap]os bares nocturnos de República Dominicana han adoptado un nuevo modelo de negocio basado en las ventas de bebidas con el uso de contenedores o envases con formas y colores que podría resultar algo atractivo para muchos clientes.
Ya sean de plástico o de vidrio, con sorbetes o no, suelen llamar la atención por su acabado original y personalizado, como por ejemplo los “Mason Jars”, unos tarros de cristal que se utilizan para preservar los alimentos, pero que últimamente se han convertido en una tendencia para servir bebidas tropicales por algunos restaurantes y bares.
Pero, ¿corresponde esto a alguna estrategia para aumentar las ventas o a una forma de dar a conocer la marca?
El bar 75 Grados es uno de los que atrae a cerca de 200 clientes por noche a beber tragos frozen con alcohol, servidos en jarras de licuadoras hechas de material plástico por un costo de RD$300.
De acuerdo con uno de sus propietarios, Marshall Johnson, la implementación de las licuadoras surgió por un concepto de daiquiris y margaritas frozen servidas en vasos foam, pero debido a las bajas ventas que tenían los miércoles, Johnson y su socio Carlos Nouel, decidieron vender la jarra donde se licuaban las bebidas a un precio especial.
“En cuestión de semanas nuestro local se hizo popular por las redes sociales, al punto de que ya contamos con tres establecimientos, dos en Santo Domingo y uno en Santiago. Tenemos más de 500 jarras a disposición de nuestros clientes”, indica Johnson.
Billy’s Bar es otro establecimiento que cuenta con un envase parecido a un tubo, en el que se sirven licores llamados “Alofoker” con tres mezclas. Estos tienen un costo de RD$400 y los recipientes de color rojo, azul y verde puede contener dos tragos y medio.
Otro concepto para vender bebidas, pero en mayor cantidad son las cubetas de Bio Bar, llenas de hielo y mezclas de distintos tipos de rones y vodka. Este lugar también ofrece la utilización de mangueras para tomar cervezas con mayor rapidez.
Y no solo ese modelo de negocio es utilizado en Santo Domingo, también hay lugares en distintos puntos del país donde los recipientes son aún más llamativos, como es el caso de Déjà vu Loung Bar, ubicado en Santiago.
Este lugar ofrece bebidas con colores fluorescentes en más de 140 recipientes de laboratorio distintos, capaces de contener hasta un litro de líquido y cada uno se vende a RD$300.
Nombres de tragos
Ademas del envase, convertir una bebida en la insignia conocida de un bar podría sumarle popularidad al establecimiento, pero todo dependerá de la originalidad y el estilo que persiga el mismo.
“La mayoría de las bebidas tienen nombres internacionales, pero últimamente está muy de moda bautizar los tragos con cosas que están pasando en el momento”, comenta Ariel Fondeur, propietario de Shots Bar.
“Buscamos nombres con los que la gente pueda identificarse y recordar fácilmente, pues la mayoría tiene un toque jocoso”, agrega.
Y es que, este establecimiento tiene la particularidad de contar con un menú de más de 250 shots diferentes, de los que en su mayoría se sirven en pequeñas cantidades con vasos diminutos y todos tienen nombres llamativos como: Pikachu, HomeRon, Kukaramacara, Me Lleva el Diablo, Mentol, Orgasmo, entre otros.
“Semanalmente a este bar asisten unas 1,200 personas y el 80% de las ganancias en una noche provienen de los shots, un 15% de cervezas y el 5% se vende de otro tipo de tragos, refrescos o agua”, añade su propietario.