[dropcap]L[/dropcap]a mujer, como ente productivo, cada día gana más espacio en la economía. No sólo se ha convertido en sujeto de crédito con capacidad para iniciar cualquier proyecto de emprendimiento, con la calidad suficiente para realizar diversas tareas al mismo tiempo, sino que su potencial está demostrándose en su ponderación dentro de la cartera de depósitos de la banca dominicana.
¿Cuánto ahorra la mujer? La cartera de depósito en pesos del sistema financiero consolidado es el mejor indicador o referencia para ubicar a la mujer, prácticamente equiparada al hombre, como un segmento con suficiente espacio de ponderación en la toma de decisiones.
Un informe de la Superintendencia de Bancos (SB) sobre las captaciones del sistema financiero dominicano, consolidado a enero de este año, establece que la mujer, con RD$208,546.6 millones, representa el 26.2% de la cartera de depósitos, de un total de RD$795,000 millones, aproximadamente.
Los datos sobre la participación de la mujer en los ahorros del sistema financiero consolidado indican que no están muy lejos de los hombres, quienes con RD$270,941.2 millones, representan el 34.1%. Estos datos indican que la separación es de apenas 7.9 puntos porcentuales.
La parte de la cartera que no aplica al género, ya sea porque no se especifica o son cuentas de personas jurídicas, equivalen al 36.7%, alrededor de RD$315,375 millones. Hay otra pequeña parte que tampoco se ubica en ninguno de los renglones.
Ingresos
La mejoría en el nivel de ingresos de la mujer está entre algunas de las justificaciones que explican su participación en la cartera total de depósitos.
Según explica el economista Nassim José Alemany, en un análisis de la firma Deloitte, publicado en febrero de este año, desde mediados de 2014 comenzaron a notar una tendencia de que se estaba invirtiendo la brecha entre los salarios cotizables promedio de los hombres y las mujeres en el país. Según estadísticas del sistema previsional, los hombres llegaron a ganar entre 10% y 12% más que las mujeres.
En los últimos años, destaca en el informe, los salarios de las mujeres (y las cotizaciones) han estado creciendo a un ritmo superior al de los hombres, haciendo que al cierre de 2015 el salario promedio de la mujer sea de 2.7% más alto, lo que equivale a aproximadamente RD$560 de diferencia, para un salario mensual promedio total de RD$21,371.
“Todavía no sabemos con certeza a qué se debe esta dinámica, pero es evidente que ha sido una combinación de factores como el nivel educativo, las posiciones gerenciales de salarios mayores, impacto de la informalidad en la entrada y salida del mercado, entre otros”, señala Alemany en el análisis.
Sin embargo, aclara que estos datos no recogen el universo de los asalariados en el país, porque sólo reflejan aquellos que cotizan en el sistema previsional, aunque sí muestran la realidad de más de 1.6 millones de personas.
Contrario a este análisis de Deloitte, una investigación presentada en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), refleja que la desigualdad de las mujeres en el mercado laboral es el factor que más contribuye a su desventaja socio-económica.
Los datos del estudio establecen que la mujer percibe un 18.6% menos de ingresos salariales que el hombre en República Dominicana por realizar el mismo trabajo.
La investigación, que la denominaron “El progreso de las mujeres en el mundo 2015-2016”, que contó con el apoyo de ONU Mujeres, formula 10 recomendaciones clave con medidas que pueden adoptar los gobiernos y otras partes para avanzar hacia una economía que sea realmente efectiva para las mujeres, en beneficio todos.
Otro estudio de Intec, esta vez publicado en 2013, denominado como “Análisis del estado de situación de la educación dominicana 2013, desde una perspectiva de género”, sostiene que el nivel educativo de las mujeres no es garantía de más alta y mejor participación en el mercado laboral en términos de tipo de empleo, ocupación en la estructura organizativa, ingresos o seguridad social, a pesar de tener una mayor tasa de integración a la educación media, adulta, técnico-profesional y superior.
Un trabajo elaborado para el Observatorio Político Dominicano, bajo las firmas de las investigadoras Dilenia Medina y Diuris Betances, indica que no obstante el tipo de trabajo que realizan la mujer y el hombre, la suma de los salarios y las posibilidades de ascenso en el mercado laboral implican diferencias y demuestra cómo, a pesar de la superioridad respecto a la formación de escolaridad con relación al hombre, las condiciones para la mujer son discriminatorias y no se toma en cuenta su capacidad productiva.
Informalidad
Una de las características que no permiten disponer de datos más específicos respecto a la participación de la mujer en la economía dominicana es la informalidad. En cuanto al mercado formal, cerca del 43% de los asalariados que cotizan el Sistema Dominicana de Seguridad Social perciben menos RD$10,000, según datos al 31 de enero de este año.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoce como informalidad en el mercado laboral al conjunto de actividades económicas desarrolladas por los trabajadores y las unidades productivas que, tanto en la legislación como en la práctica, están insuficientemente contempladas por los sistemas formales o no lo están en absoluto.
La economía informal se caracteriza por tener niveles inferiores de productividad y competitividad respecto a la economía formal, así como por una falta de protección social y la ausencia de beneficios como las pensiones, la licencia por enfermedad o seguro de salud.
La Estrategia Nacional de Desarrollo (END 2010-2030) establece la integración del enfoque de género como eje transversal en toda política pública. Es así como en el segundo eje, relativo a la calidad del sistema educativo, se propicia el desarrollo humano y el ejercicio progresivo de ciudadanía responsable en el marco de valores y principios éticos consistentes con el desarrollo sostenible y la equidad de género.