[dropcap]E[/dropcap]l arbitraje comercial es un procedimiento mediante el cual una disputa o controversia entre dos o más partes se conoce y somete a la decisión de un órgano constituido fuera de los tribunales ordinarios.
El arbitraje, como alternativa de resolución de disputas, “constituye una alternativa real para prevenir y solucionar de manera adecuada, rápida y definitiva los conflictos que se susciten en las transacciones de comercio nacional e internacional”, indica la Ley 479-08 sobre arbitraje comercial.
El arbitraje existe desde hace muchos años en el país. La Ley 50-87 permitió que las Cámaras de Comercio y Producción establecieran centros de conciliación y arbitraje. La Cámara de Comercio y Producción de Santo Domingo creó un centro para esos fines.
Ha ido evolucionando por más de dos décadas, y actualmente cuenta con un personal profesional altamente calificado, una amplia base de datos de renombrados árbitros y con una excelente reputación por su imparcialidad.
Sin embargo, el arbitraje ha sido objeto de críticas y cuestionamientos de diversos sectores, que en algunos casos alegan que es una forma de “privatizar” la justicia, lo que no procede en una sociedad democrática.
Esta crítica desconoce el hecho de que aceptar una cláusula arbitral es una decisión de ambas partes en un contrato; el arbitraje no se impone en casos en que las partes no están de acuerdo al momento de firmar el contrato o cuando la demanda nace por un evento extra-contractual.
Por igual, otros critican el supuesto hecho de que los árbitros puedan favorecer a una parte sobre la otra. Sin embargo, esta crítica no pareciera contar con sentido lógico, ya que el mismo centro se estaría perjudicando al crear esa percepción debido a que se podría afectar su posición en el mercado.
La crítica de que los procedimientos de arbitraje son “secretos” y no cuentan con el aval de la justicia tampoco es correcta, ya que los laudos arbitrales pueden ser recurridos por ante los tribunales en ciertos casos, precisamente para asegurar que exista una adecuada supervisión del sistema arbitral.
El presidente de la Suprema Corte de Justicia, en su discurso de conmemoración del Día del Poder Judicial, reconoció que los tribunales de la justicia están congestionados.
El arbitraje comercial es una forma de descongestionarlos y de ofrecerle a las partes una vía más expedita de resolución de sus diferencias. Es una herramienta esencial para los negocios que requieren de soluciones eficientes y efectivas y debe ser utilizada al máximo para estos fines.