[dropcap]L[/dropcap]a recompra de la deuda de PetroCaribe que hizo el Gobierno a principios del año pasado le permitió bajar el tope de la deuda como porcentaje del producto interno bruto (PIB), pero no así el endeudamiento, que pasó de RD$175,500.4 millones a más de RD$261,779.1 millones.
Lo anterior se explica en el hecho de que, para cubrir el presupuesto de RD$630,933.9 millones, el Gobierno fue autorizado por el Congreso a contraer deudas por RD$101,617.8 millones para el pago de intereses vencidos más otros RD$73,882.6 millones para cubrir el déficit operativo (la diferencia entre ingresos y gastos durante todo el año).
Pero en forma adicional, el Gobierno realizó emisiones de bonos por más de RD$86,278,7 millones que utilizó para saldar la deuda de US$4,027.3 millones de PetroCaribe y asumir nuevo endeudamiento por la mitad de ese compromiso: US$1,933.1 millones.
Esa es la razón por la que, para octubre del año pasado, ya el Gobierno había ejecutado gastos por RD$679,918.8 millones, cuando su presupuesto aprobado originalmente fue de RD$630,933.9 millones.
¿Cómo lo justificó?
En su informe sobre la ejecución presupuestaria del Gobierno, el Ministerio de Hacienda ofrece la siguiente explicación: “Producto de las negociaciones con la República Bolivariana de Venezuela en el marco del acuerdo PetroCaribe con Petróleos de Venezuela (PDVSA), República Dominicana redujo su stock de deuda en aproximadamente 3.1% del PIB. Para la realización de esta operación, autorizada en el artículo 9 de la Ley 548-14, el Gobierno dominicano colocó en los mercados internacionales bonos por RD$86,278.7 millones con lo cual pagó el 48% del total adeudado, consiguiendo un descuento de RD$93,455.3 millones. Sumando estas cifras se obtiene el total amortizado a la deuda pública, sin contar intereses, por RD$179,733.9 millones. Cabe destacar que, debido al descuento obtenido en el pago de la deuda pública, en las estadísticas fiscales se presenta una donación de capital de gobiernos extranjeros (PetriCaribe), para fines estadísticos pues no se considera como dinero fungible para el Gobierno, por un monto de RD$93,455.4 millones, lo que genera un resultado superavitario en el primer trimestre por RD$89,063.81 millones equivalente a 2.9% del PIB. Sin embargo, este resultado se presenta separado al obtenido efectivamente en las cuentas presupuestarias del Gobierno Central que fue deficitario en RD$4,842.7 millones equivalente a 0.2% del PIB”.
En esa explicación, el Ministerio de Hacienda aclara que el Gobierno pudo aumentar su contratación de deuda el año pasado gracias a la autorización que le hiciera el Congreso Nacional, a través de la Ley 548-14, para la contratación de deuda establecida en el Presupuesto del 2015.
El Artículo 9 de esa legislación establece lo siguiente: “Se autoriza al Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Hacienda, a realizar operaciones de manejo, administración y/o gestión de pasivos durante el 2015, por hasta el 10% de la deuda del sector público no financiero, que tengan como objetivo reducir el monto y/o servicio de la deuda externa e interna del sector público no financiero, a través de emisiones de títulos de deuda para canjear o recomprar pasivos de deuda del sector público no financiero. Los títulos de deuda a ser emitidos, en dólares de Estados Unidos de América y/o en pesos dominicanos, se harán al plazo más conveniente al perfil de vencimiento de la deuda del sector público no financiero. En ningún caso, esas operaciones podrán conllevar un aumento en el nivel de la deuda pública del sector público no financiero”.
Más deuda, ¿pero menor?
Con ese artículo, el Gobierno recibió la autorización para contraer mucho más deuda de la que originalmente había programado en el Presupuesto Nacional del año pasado, siempre que no implicara un incremento de la deuda del sector público no financiero como porcentaje del PIB.
En efecto, el año pasado, tras la recompra de la deuda de PetroCaribe, el Gobierno pudo bajar su tope de deuda pública de más de 37% del PIB a 36.2% a octubre del año pasado, con lo cual tenía luz verde para contraer más deuda.
El problema es que la deuda contraída el pasado año, aunque no subió el tope como porcentaje del PIB sí comprometió más al país para los años por venir, con compromisos en bonos soberanos que pagan una tasa promedio de interés de 7% anual, mucho más costosa que las deudas bilaterales y multilaterales del Estado.
DEUDA EN BONOS SOBERANOS
Hace poco más de una década la deuda del Gobierno dominicano en bonos soberanos rondaba el 20% del total, mientras que el mayor volumen endeudado era bilateral con países amigos y multilateral con organismos como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Sin embargo, en la actualidad, de la deuda del sector público no financiero, el 55% es en bonos soberanos, los cuales son de más fácil contratación y más rápido desembolso, pero con la desventaja de que implican un mayor costo para las finanzas públicas debido a que las tasas de interés duplican a las que establecen otros acreedores.
Además, en la medida en que se vencen los plazos para el saldo de las deudas en bonos, el Gobierno debe hacer nuevas emisiones que varían en las tasas de interés a pagar de acuerdo con los plazos, montos y con la coyuntura económica internacional.
Por ejemplo, ahora que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos decidió incrementar las tasas de interés, es seguro que el Gobierno debería pagar tasas más altas para las emisiones de bonos que ha de hacer este año como condición para cubrir déficit fiscal y pago de interés y capital vencidos.