Las cenas de Noche Buena, de Navidad y de Año Nuevo constituyen las últimas celebraciones de año, en las cuales los dominicanos hacen “lo que sea” para reunir a los miembros de su familia alrededor de una mesa.
Comer parece ser lo más común en estos días, incrementando el gasto familiar. Lo recomendable es “guardar pan para mayo”, como dice el viejo dicho, pues enero resulta ser el mes de las resacas económicas para muchos dominicanos, exceptuando aquellos cuyos niveles de ingresos les permiten el dispendio.
Pero en sentido general, siempre es importante pensar en “el día después”, relacionándolo con aspectos tan importantes como la economía y la familia.
Comer es bueno y nos gusta a todos, pero mucho más útil sería no reunirse sólo para comer, sino para pasar balance y hablar del futuro, incluyendo los planes económicos y que cada quien haga un recuento de lo que ha sido el año, incluyendo si hubo errores y deba pedir perdón (para no repetirlos).