[dropcap]U[/dropcap]na reconocida empresa internacional, con representación a nivel local, acaba de publicar los resultados de una encuesta realizada entre empresarios del país, en donde da cuenta de la caída estrepitosa que ha tenido el presidente Danilo Medina en cuanto a la aceptación de su mandato entre la clase empresarial.
Revela que la aprobación de Medina pasó de un 71.9% a un 43.4%, disminuyendo alrededor de 29 puntos porcentuales desde mayo a la fecha.
Estos datos produjeron una algarabía inusitada en la oposición política, y especialmente en el PRM, pues es obvio que todo lo que huela a derrota de Medina se convertirá en caldo de cultivo con efecto multiplicador.
Pero fallaron los cálculos tanto de la empresa encuestadora como de la oposición, pues los mismos empresarios, industriales y exportadores, se encargaron de descalificar los resultados.
La primera que salió al frente fue la AIRD, que representa a las pequeñas, medianas y grandes industrias, reconocida por ser un gremio comúnmente aguerrido tanto en sus propuestas como en su vocabulario, que manifestó a través de su presidente, Campos de Moya, que esa era una encuesta que se hacía por teléfono, con una pobre muestra de menos de 90 empresarios, y que entendía que los resultados no reflejaban el sentir de la mayoría de los industriales.
En esa misma dirección se expresó Circe Almánzar, vicepresidenta ejecutiva de la entidad, quien alabó las relaciones entre gobierno e industriales.
Otro que enmendó la plana a la empresa encuestadora fue Sadala Khoury, de Adoexpo, quien manifestó que nunca como ahora un gobierno había estado tan cerca de los empresarios, y prueba de ello era que se había puesto en vigencia la Ventanilla Única para Exportadores, la Mesa de Exportadores, entre otros logros.
De esto hay que llegar a la conclusión que no se puede salir alegremente a presentar datos e informaciones que pretendan alterar la arena política, sobre todo cuando se trata de empresarios que tienen intereses claros y precisos -ganancia y utilidad-, y que, en función de ello, están con todos los gobiernos y apoyan a todos los partidos.
Y peor aún en el caso del gobierno de Medina y los industriales, pues estos andan como nuevos novios exhibiéndose por todos lados agarrados del brazo, no importa lo que digan las encuestas.
En ese noviazgo, Medina le regala leyes, decretos y mesas de apoyo al sector, en tanto los industriales le devuelven piropos e impuestos. En eso, nadie se puede meter.