[dropcap]H[/dropcap]ace menos de dos meses que la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) logró renegociar la deuda con los generadores de electricidad. La entidad se quitó de encima la presión de corto plazo. Hizo líquido, en el presente, el flujo de esas facturas, muy parecido a una titularización.
De US$865.8 millones reconocidos se obtuvieron US$778.1 millones, comprometiendo aún más, con los acreedores, el de por sí débil flujo de caja de las distribuidoras.
Las estadísticas respecto a la deuda con los generadores de electricidad, cortadas al 25 de octubre, demuestran que las distribuidoras de electricidad no están en capacidad de ir más allá de cumplir la obligación contractual que asumieron con la banca. Su flujo de efectivo, producto de una deficiente administración, sigue de mal en peor.
A la deficiente gestión de las distribuidoras se agrega otro elemento. A pesar de la caída abrupta en los precios del petróleo y lo positivo que debió haber sido para no tener que llegar a una renegociación de deuda, los recursos destinados a financiar o cubrir el déficit han seguido en ruta a Punta Catalina, pues la construcción de las plantas fue una “decisión de Estado” y por lo tanto no se puede detener. Los financiamientos aprobados para el proyecto no han fluido.
El resumen de deuda que publica la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE) establece que, en la semana del 19 al 25 de octubre de este año, el monto total adeudado por las distribuidoras y la CDEEE había escalado a US$353.2 millones, equivalentes a 45.4% de la cantidad que hace menos de dos meses se renegoció.
El monto vencido, que totaliza los tres plazos en que se dividen los pagos, llegó a US$291.2 millones, un 82.4%. Estos números demuestran que la gerencia de las EDE nada han hecho para mejorar el flujo de efectivo y que los recursos presupuestados para cubrir el déficit han tomado otro rumbo.
Antes del acuerdo de “reconocimiento de deuda”, tomando como punto de referencia la semana del 10 al 16 de agosto, el monto era de US$878.9 millones. A menos de dos meses, más rápido de lo planificado, la deuda ya está en US$353.2 millones, lo que implica que las distribuidoras ahora tienen de frente dos compromisos, el que no podían cumplir por falta de efectivo y el asumido con la banca a través de una cuenta in plica, que amarra sus ingresos.
Las tres distribuidoras de electricidad presentan números en rojo. Fue necesario renegociar US$278.1 millones de Edesur; US$288.9 de Edenorte y US$211.1 de Edeeste. El repago se hará, según el plan, en 59 meses a una tasa de 10%.
La programación de pagos mensuales contempla, sólo por intereses en agosto y diciembre, montos entre US$4.1 millones y US$6.5 millones. Desde que se inicie 2016 y hasta 2020, también se incluirá la amortización con cuotas a pagar por un monto de US$20.9 millones mensuales que irán bajando hasta llegar a US$14.3 millones.
Las autoridades estimaron un ahorro de US$151.9 millones con el acuerdo de reconocimiento de deuda durante el plazo de vigencia.
Para la renegociación de la deuda con los generadores, el gobierno optó por no emitir bonos para no engrosar aún más el endeudamiento público. La presente gestión ha emitido alrededor de US$3,300 millones.
Todas las variables apuntan a que será el Presupuesto el que sustentará el compromiso, pues las distribuidoras no han mejorado su gerencia ni han presentado un plan que dé señales claras de cómo lo harán.
Además de los US$291.2 millones vencidos, según los datos de la ADIE, hay otros US$139.4 millones vencidos a más de 61 días, a los que deben sumárseles US$32.6 que está en el plazo de 31 y 60 días. La factura corriente, vencida a un mes, está en US$119.2 millones.
Crisis del sector eléctrico
La falta del suministro eléctrico acarrea un fuerte impacto negativo tanto para los consumidores en sus hogares como para las empresas. Para lidiar con este problema, los afectados recurren a soluciones individuales que terminan afectando el ingreso de las familias y promoviendo el uso ineficiente de la energía.
Un estudio realizado por la Universidad INTEC y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) revela que la falta de contadores, apagones, pérdidas y distintos tipos de subsidio que drenan el erario promoviendo el uso ineficiente de energía, ha sido el resultado del círculo vicioso de la industria eléctrica en los hogares de República Dominicana.
El 40.36% de los hogares no tiene contador, es decir, consumen electricidad pero pagan un monto que no representa el consumo efectivo, 20.42% tiene inversores de baterías cargadas con energía proveniente de la red eléctrica interconectada que aumentan la demanda eléctrica en aproximadamente 10% cada mes.
En cuanto a las empresas, el 55.1% dispone de una planta de autogeneración para apoyar sus actividades productivas provocando también costos adicionales en sus gastos operativos.