[dropcap]L[/dropcap]a ciudad de Santo Domingo tiene amplias ofertas de tiendas diversas instaladas en los grandes “mall” (centros comerciales) que se han construido, especialmente durante los últimos 15 años, en las zonas más concurridas por los consumidores.
Esa tendencia no es solo de la capital, sino que abarca también la zona Este de la provincia Santo Domingo, además de localidades del interior de alto dinamismo económico como Santiago, así como San Francisco de Macorís en la provincia Duarte y Punta Cana en La Altagracia, entre otras ciudades.
Pero hay aspectos característicos en los “mall” de la capital. No hay plazas comerciales sin sucursales bancarias, aunque no sean todas. Tampoco hay centros de esa naturaleza sin áreas de comida rápida o sin ofertas de servicios de telecomunicaciones.
Y es que un centro comercial se compone de varios edificios de gran tamaño donde se ofrecen servicios diversos, locales y oficinas comerciales, hasta hoteles y áreas de diversión.
El “mall” está concebido como un espacio colectivo con distintas tiendas y los promotores de estos proyectos procuran hacer acuerdos con empresas comerciales específicas a fin de agenciarse su presencia como atractivo adicional.
Por ejemplo, los grandes centros comerciales en el país tienen supermercados. Así se ve en Coral Mall y MegaCentro en Santo Domingo Este, donde operan los supermercados Bravo y Jumbo, respectivamente, así como en Agora que también tiene un super Jumbo; en Galería 360º está La Sirena y en Sambil, Super Lama.
Salas de cine
Pero en donde todos los “mall” o centros comerciales parecen coincidir es en la gestión para ofrecer en su interior el entretenimiento de las salas de cine.
Así, tanto Palacio del Cine como Caribbean Cinemas, las dos grandes empresas de servicios de proyección de películas en República Dominicana, se distribuyen los espacios en los grandes “mall” de Santo Domingo.
Hay salas de cine en Coral Mall y en MegaCentro.
En tanto que en la capital, que tiene las más atractivas plazas comerciales del país como Sambil, Ágora, Galería 360 y Acrópolis, todas tienen salas de cine modernas y cómodas para los que gustan del entretenimiento de ver películas en pantalla gigante. También hay salas de cine en Blue Mall, así como en Bella Vista Mall, en Daimond Mall y en la vieja, pero siempre activa, Plaza Central.
Además, incluyen salas de cine edificios comerciales y empresariales como Silver Sun en la avenida Tiradentes, así como NovoCentro, en la Lope de Vega, que no son específicamente “mall”, pero no se quedan atrás en cuanto a la oferta de salas de proyección de filmes.
Seguridad
El hecho de que las salas de cine operen en los recintos de grandes centros comerciales no solo es una garantía de mayor comodidad para los visitantes, ya que cuentan con amplios estacionamientos de vehículos y fácil acceso, sino también de más seguridad. De esa forma, los padres pueden llevar a sus hijos al cine, mientras dedican tiempo a visitar o entretenerse en otras áreas del “mall”, ya sea tiendas, bares, restaurantes y otros.
Asimismo, los jefes de familia se sienten más confiados de permitir que sus hijos adolescentes vayan solos al cine si su ubicación es dentro de una plaza comercial, por la seguridad que implica.
El entretenimiento del cine todavía es una actividad de relativo bajo costo en el país, con especiales en las entradas en días específicos, además de modernas y cómodas salas.
Se trata de áreas donde no se consume alcohol, por lo que resultan agradables para toda la familia, que también incluyen como elemento ventajoso el hecho de que la mayoría tienen como mínimo seis salas, lo cual permite a una familia completa acudir al “mall” y distribuirse entre las películas de su preferencia.
Más concentración
En el pasado (años 70 y 80), los cines eran de una sala y muy pocos tenían dos y tres escenarios como máximo. Hoy día hay cines en plazas comerciales con nueve, diez y hasta once salas con igual número de ofertas cinematográficas.
Los cines tradicionales, que con el tiempo desaparecieron, se ubicaban en locales específicos y únicos para tales fines, eran especies de teatros.
Se recuerdan algunos como El Portal, en la Zona Colonial; el Independencia, detrás del Parque Independencia, donde hoy está Telemicro, canal 5.
Tambén en la avenida Duarte estaban los cines Trible y Doble, así como en la avenida Mella, donde operaban cines especializados en películas para adultos, donde eran frecuentes acciones reñidas con las buenas costumbres.
Actualmente, las pocas salas de cine que quedan en locales independientes, fuera de los grandes centros comerciales no pertenecen a las franquicias más conocidas (Palacio del Cine y Caribbean Cinemas), que en conjunto controlan más de 95% de del mercado de la proyección de películas en pantallas gigantes en el país. Se destacan Isspol y Cinemateca, entre los cines independientes.