[dropcap]H[/dropcap]alloween, esa tradición que tiene su origen hace más de 3,000 años, heredada de la costumbre de los Celtas de celebrar el fin de año el 31 de octubre con una fiesta pagana, hoy se considera una costumbre norteamericana de celebración de la llamada Noche de Brujas.
Las motivaciones de esta tradición han dado inspiración a los productores y directores de cine para crear películas que, aún dentro del cine clase B, donde se ubican los filmes de bajo presupuesto, en muchos casos han resultado tan exitosas que bañaron en millones de dólares a sus creadores.
Las películas de terror son generalmente de bajo presupuesto, pero tienen la peculiaridad de que llaman la atención del público, especialmente de la juventud, que se siente retada a resistir los efectos atemorizantes, pero además curiosa de ver la creatividad de sus productores con efectos especiales que llegan a erizar la piel de cualquier valiente.
Hay filmes famosos inspirados en libros, en hechos reales de asesinos en serie, en tragedias humanas y, por supuesto, en la imaginación de quienes se apasionan por esta temática.
De ahí que se conozcan filmes con sagas de hasta cinco y seis entregas, como Chucky, el muñeco diabólico que surgió en 1988 y en que 2013 fue presentada su sexta versión. O el Exorcista, que es posiblemente una de las películas de terror con aires religiosos que más impacto ha causado desde su estreno en 1973.
Caracterizadas por filmarse con bajo presupuesto y luego convertirse en fenómenos de popularidad y rentabilidad, se pueden citar diversos filmes, aunque uno de los más emblemáticos es Actividad Paranormal, en donde el Israelí Oren Peli, escritor y director de la película, decidió usar su propia casa, contrató a una pareja para fungir como protagonistas y se pasó diez días filmando una película que apenas le costaría poco más de US$7,000.
Se tornó tan atractiva, que Paramount le pagó más de US$350,000 por los derechos para hacer un remake con actores famosos, pero de todas formas, el filme original, producido con tan pocos recursos, tuvo un éxito tal que alcanzó a recaudar más de RD$190 millones. Está entre las películas más rentables de la historia del cine, y es del género de terror.
No menos atractivo es el caso del filme El Proyecto de la Bruja de Blair, la cual se desarrolló con un presupuesto de alrededor de US$20,000. Eduardo Sánchez y Daniel Myrick escribieron y dirigieron esta idea que se desarrolla con una cámara en un bosque a donde llevaron a tres actores a quienes en ocasiones asustaban de verdad en las noches para provocar efectos más realistas.
El filme se vendió como un hecho real y alcanzó un éxito tal que sólo basta con decir que tuvo una secuela, tres videojuegos, libros y comics inspirados en su creación y una recaudación de no menos de US$250 millones.
Y es que el arte no se puede subestimar, pues es preciso tomar en cuenta que surge para dirigirse a la gente, a seres humanos que pueden tener reacciones impredecibles con determinadas producciones. El público puede ver una súper producción como un fracaso y una iniciativa sencilla y creativa como un verdadero éxito.
TRADICIÓN
Aquella tradición heredada de los Celtas, el pueblo guerrero que habitaba en Irlanda, Inglaterra, Escocia y Francia cuando celebraba la fiesta pagana del Samhain, no solo pasó a convertirse en una costumbre de inspiración comercial en Estados Unidos, sino que también sirve de base a iniciativas cinematográficas que se ponen de moda para esta época de finales de octubre y principios de noviembre, en donde las empresas cinematográficas dejan ver en las pantallas de cine y de televisión, producciones de terror que no pasarán de moda mientras ofrezcan como hasta ahora cuantiosas ganancias con reducida inversión.