[dropcap]L[/dropcap]a importación de costumbres estadounidenses es una fórmula que ha dado resultados al comercio en República Dominicana al momento de autoaplicarse inyecciones de dinamismo.
A pesar de los vestigios históricos que alimentan el rechazo por la cultura de los vecinos del norte, los comerciantes dominicanos y extranjeros arraigados aquí han replicado, aunque de manera tímida, celebraciones tan propias de los norteamericanos como el “04 de Julio” o el Día de Acción de Gracias.
Una de las razones que motivan esta transculturación comercial es que los estadounidenses representan el grupo de inmigrantes más grande en el país, luego de los vecinos haitianos.
Además, Estados Unidos es el primer país receptor de dominicanos, con una comunidad de migrantes y dominico-estadounidenses que, según la embajada dominicana en esa nación, representa cerca del 20% de la población criolla.
El especialista en mercadeo Danilo Montero entiende que durante los próximos años se aumentará el auge de este tipo de celebraciones, debido a que las nuevas generaciones tienen una mejor disposición a asimilar costumbres extranjeras, especialmente provenientes del vecino del norte.
La festividad estadounidense más cercana es Halloween o Día de Brujas, cuya fecha es el 31 de octubre de cada año. Aunque se trata de una fiesta criticada por sus matices “paganos”, los comerciantes dominicanos empiezan a ver en ella una oportunidad para atraer clientes.
Y no es para menos, pues en su país de origen, Halloween es la segunda celebración que más dinero mueve en la primera economía del planeta, solo superada por Navidad.
Mueve la economía con el negocio del alquiler de trajes, fiestas organizadas por empresas de eventos, atracciones especiales en centros comerciales y otros lugares.
Además, los supermercados e hipermercados incluyen dentro de sus ofertas las tradicionales calabazas anaranjadas, propias de la celebración foránea.
Los dominicanos residentes en los núcleos urbanos se empiezan a acostumbrar a la decoración negro y naranja propia de la fiesta. No es extraño que los anaqueles de supermercados ofrezcan las características calabazas, o que de sus puertas se desprenda una que otra telaraña en señal de “miedo”.
El tercer trimestre es el más dinámico para el comercio. Entre octubre y diciembre se producen las celebraciones estadounidenses, además de la propia Navidad, avivada por una mayor liquidez en las economías familiares, provista por el salario extra.
Entre enero y junio, la actividad comercial presentó un crecimiento de 8.1%, superior en 1.5 puntos porcentuales al incremento registrado en igual período del año anterior, según el informe del Banco Central.
Adicional a este buen desempeño, durante casi todo el año los comerciantes se frotan desde ya las manos a la espera del movimiento propio de las actividades de fin de año.
Otras fiestas que motivan el comercio dominicano son el Día de los Santos Reyes, en enero, el Easter o Pascua (en menor medida), en marzo.
Las tiendas dominicanas han adoptado en cierta medida algunas de estas festividades extranjeras
ACCIÓN DE GRACIAS. La tradición estadounidense que rememora el encuentro entre europeos y nativos indígenas también tiene su espacio en el comercio local, especialmente de parte de los supermercados, que no son tímidos a la hora de ofrecer ofertas especiales en los ingredientes que componen la típica cena de Thanksgiving. Tradicionalmente se celebra el último jueves de noviembre.
VIERNES NEGRO. El Black Friday o viernes negro ha sido la última adopción del comercio local. Office Depot fue la empresa pionera en ofrecer buenos descuentos a sus clientes el último viernes de febrero. Su éxito ha sido tal, que la utilización de esta fiesta comercial para ofrecer ofertas especiales se ha vuelto masiva en tiendas de todo tipo de tamaños. Se realiza el viernes posterior al Día de Gracias.
04 DE JULIO. Si hay una fecha verdaderamente ligada a Estados Unidos es el 04 de julio, su día de independencia. Y es que el patriotismo de los estadounidenses durante su fecha de fiesta nacional no se queda entre sus fronteras. Aunque el comercio dominicano no festeja esta efeméride de manera masiva, se realizan promociones alusivas a la festividad, que incluyen descuentos en productos de ese país.
NAVIDAD. Se trata de una celebración cristiana que ha tomado matices comerciales. Aunque el personaje de Santa Claus tiene su origen la tradición católica europea, es en Estados Unidos donde recibe su popular nombre, el que también ha sido adoptado por muchos países. República Dominicana no ha desaprovechado el poder estimulador del consumo del hombre con barba y panza prominente.