[dropcap]E[/dropcap]l desarrollo y transformación del Mercado de Valores en República Dominicana es innegable. Su rápido crecimiento en cuanto a volúmenes de contratación y de emisión va en paralelo a la modificación, con más o menos diligencia, que los reguladores están realizando de la normativa que controla este mercado.
Las críticas y también parabienes que recibe el Anteproyecto normativo de los sectores afectados pueden considerarse lógicos en todo proceso de estas características, donde cada sector intenta influir en su redactado.
No sería arriesgado afirmar, por tanto, que el Mercado de Valores se convertirá a medio plazo en una fuente eficaz y real de financiación y también de inversión de las empresas y los ciudadanos dominicanos, lejos del 98% que actualmente se transa en pesos correspondiente a emisiones de deuda del Ministerio de Hacienda y Banco Central.
El reciente lanzamiento del Fondo Cerrado de Desarrollo de Sociedades GAM Energía viene a representar ya la primera estructura de mercado que permite invertir en capitales privados de empresas. Viviremos así una transformación del Mercado de Valores, donde los agentes que operan (reguladores, inversores, analistas, corredores, Puestos de Bolsa, Sociedades Administradores de Fondos de Inversión, etc) tiene cada uno de ellos un papel estratégico en su desarrollo y maduración.
En todo este puzle que representa el Mercado financiero existe un elemento no menos importante: el poder de la Comunicación. Forjar, levantar y constituir y Fondo de Inversión, por ejemplo, exige también contar con las herramientas y estrategias de Comunicación para saber explicar y llegar a nuestras audiencias clave, que serán las que en última instancia se interesarán en suscribirse a las emisiones financieras.
Se hace necesario, por tanto, que el nuevo Mercado de Valores cuente también con una verdadera cultura en materia de Comunicación, un manual del Buen Gobierno basado en la transparencia, eficacia y fluidez.
Esta cultura comunicativa competente y profesional estaría dirigida a la consecución de varios objetivos: presentación de productos, colocación (en función de las condiciones de emisión) y mantenimiento. Todo lo mencionado con anterioridad nos lleva a la conclusión que la Comunicación será un factor imprescindible en el funcionamiento de los mercados financieros.
Explicar lo que sucede y explicarlo bien requiere del apoyo de todos los sectores que conforman el Mercado de Valores, de la capacidad por ser proactivos con la información y de la firme voluntad de forjar un mercado sin opacidades. En este punto es importante destacar la labor conjunta de los departamentos financiero, legal y de comunicación de los puestos de bolsa, empresas que deseen cotizar y emisores varios, cada uno aportando sus propios conocimientos específicos, para conseguir entre todos que la información sea un valor real y se convierta en una verdadera commodity para los mercados.
Aunque en la actualidad la estructuración de emisiones de deuda o el lanzamiento de fondos privados son los elementos más comunes en el Mercado de Valores de República Dominicana, el medio plazo nos traerá seguramente OPV (Ofertas Públicas de Venta) de acciones de empresas privadas, uno de los próximos pasos que el sector abrazará de forma positiva.
A medida que el mercado avance y madure en su estructura y funcionamiento, la Comunicación que alrededor de éste se produzca deberé evolucionar de la misma manera. No será nunca una Comunicación de elevado perfil, de grandes titulares ni acaparará portadas en los medios de comunicación.
Sin embargo, su especificidad y complejidad la hacen imprescindibles para el buen desarrollo y regulación de los mercados financieros, obligan a las empresas y emisores a abrazar de buen grado la transparencia y construyen la credibilidad y reputación ante nuestros stakeholders.
El autor es consultor en comunicación.