[dropcap]E[/dropcap]l Parque Industrial Itabo (PIISA) cumple 30 años y a la fecha puede presentar cifras de productividad y empleos a todas luces respetables: Poco más de 12,000 empleos distribuidos en 28 empresas dedicadas al servicio y a la manufactura de productos médicos, eléctricos, electrónicos, automotriz, joyería y etiquetado y empaque.
Las empresas ubicadas dentro del complejo industrial pagan en salarios alrededor de RD$2,600 millones por año, cerca de RD$230 millones por mes, lo que sin duda las convierte entre las más grandes empleadoras privadas del país.
El presidente de PIISA, Manuel Tavares; el director Samuel Conde; y vicepresidente ejecutivo José Tomás Contreras, quienes saben de la necesidad que tiene el país de impulsar este tipo de conglomerados industriales, afirman que el parque industrial se ha ganado un lugar de respeto en América y está entre los más preferidos por firmas internacionales de alta tecnología, lo cual está amarrado a la excelente infraestructura y la alta calidad de sus servicios.
“Para nuestro grupo industrial, pionero del sector zonas francas en República Dominicana, es motivo de orgullo garantizar a nuestros clientes un complejo de edificaciones y una infraestructura de servicios de clase mundial para albergar algunas de las más importantes firmas del mundo, pero más aún, haber desarrollado relaciones de larga duración con nuestros clientes, basadas en una sociedad donde el equipo humano de PIISA trabaja permanentemente para proveerles una plataforma estable y de costo razonable”, afirmó Tavares.
El alto ejecutivo de PIISA, quien habló durante un recorrido por las instalaciones del complejo industrial, considera que el modelo que se ha logrado en PIISA debería ser replicado en todo el territorio nacional, ya que no es una fuente generadora de riquezas y empleas para el país, sino que transfiere conocimiento y distribuye las riquezas.
“Deberíamos tener uno de estos en todo el país y sabremos el impacto que tiene en las economías locales”, afirmó Tavares.
Sin embargo, es partidario de que el país revise los niveles de productividad a fin de lograr mejorar la competitividad.
Entiende que en el país se ha creado una falsa y errada percepción de los beneficios que aportan los incentivos a determinados sectores de la economía, lo cual, afirma, se debe a la falta de conocimiento de mucha gente respecto a estos temas.
“Este parque no existiría si no fuera por los incentivos que ha entregado el Estado. Los incentivos son importantes para compensar las deficiencias por falta de condiciones óptimas para operar en el mercado”, sostuvo Tavares.
Para Samuel Conde, de los fundadores de PIISA, este es un concepto que está muy lejos de desaparecer y a su entender se puede extender muchísimo más con voluntad política. Afirma que el país debe caminar hacia la reducción de los trámites burocráticos, pues lo único que hacen es incentivar la corrupción.
Para Tomás Contreras, el parque industrial representa una alternativa de generación de empleos de calidad en Haina que no sólo ofrece oportunidades a la zona, sino también mejores de niveles de competitividad al país.
A su entender, PIISA ha sido un ejemplo del modelo de zonas francas que debe impulsar el país, tomando en cuenta los estándares de calidad, productividad y seguridad que ofrece esta instalación industrial.
Tavares resaltó que PIISA es pionera en la atracción de grandes corporaciones internacionales, acreditada recientemente como el primer parque industrial de zonas francas del país en recibir el certificado de Operador Económico Autorizado de la Organización de Estados Americanos (OEA), de parte de la Dirección de Aduanas (DGA), además de mantener durante nueve años la prestigiosa certificación de BASC, una alianza empresarial internacional que promueve un comercio seguro en cooperación con gobiernos y organismos internacionales.
INNOVACIÓN
El Parque Industrial Itabo (PIISA) manufactura productos de alto valor agregado, la mayor parte de ellos destinados a Estados Unidos, Canadá y Europa y desde ahí suplir mercados en todo el mundo.
Entre las grandes firmas internacionales que operan en PIISA figuran Eaton Corporation (antigua Westinghouse Electric Corporation), Baxter Healthcare, Johnson & Johnson, Edwards Lifesciences, entre otras.
Además de ayudar a la población con programas de salud y educación, con promoción y venta de medicamentos para empleados y la comunidad, esta zona franca desarrolla actividades de acercamiento con universidades, politécnicos y colegios, y mantiene una rigurosa política en materia de protección al medio ambiente. Dentro de sus instalaciones cuenta con una extensión universitaria, en coordinación con la Universidad Intec para programas de educación permanente.
PIISA ha desarrollado una política de apoyo a la comunidad aportando al Instituto Politécnico de Haina, en alumbrado de las calles, en construcción de instalaciones deportivas y ha realizado acciones a favor del medio ambiente, mediante el cuidado de las playas, los manglares, recogida y reciclaje de desechos sólidos.