El vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, consideró este miércoles que la decisión de Estados Unidos (EE.UU.) de retirar su propuesta de refugio tributario (Safe Harbor) supondrá un “nuevo impulso” para encontrar un acuerdo internacional sobre la tasa a las grandes empresas digitales.
En una entrevista con EFE y un reducido grupo de medios europeos, Dombrovskis afirmó que hay “voluntad de tener un acuerdo en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en ambos pilares para julio de este año”.
Estas dos “patas” del acuerdo son, por un lado, las normas sobre dónde deberían pagar impuestos las empresa digitales para que tributen allí dónde operan aunque no tengan presencia física y, por otro, el establecimiento de un nivel mínimo de impuesto a escala global que aborde los problemas de erosión de la base fiscal y traslado de beneficios.
“El anuncio de la secretaria general (del Tesoro de EEUU) Janet Yellen, retirando la propuesta del régimen ‘Safe Harbor’ dará un nuevo impulso y, esperemos, permitirá lograr este resultado”, dijo Dombrovskis.
Aunque éste es el resultado “preferido” por la Unión Europea (UE), la Comisión “está lista para plantear una propuesta” de tasa digital en el bloque, afirmó el vicepresidente letón, quien insistió, no obstante, en que “tenemos buen impulso para lograr este acuerdo” en la OCDE.
El régimen Safe Harbor, impulsado por el Gobierno de Donald Trump, preveía que las compañías de servicios digitales pudieran elegir entre el nuevo impuesto que deberían abonar en los países donde ofrecen sus servicios si sale adelante la tasa digital o el sistema actual, por el que se someten a la fiscalidad de la jurisdicción en la que han decidido fijar su sede social.
Esto había supuesto un impedimento importante en las negociaciones en el seno de la OCDE.
En otro orden de cosas, preguntado por la posibilidad de volver a negociar una acuerdo comercial con Estados Unidos como el TTIP -cuyas negociaciones comenzaron en 2013 y terminaron sin resultado en 2016- o una versión “light” del mismo, Dombrovskis afirmó que “hay que ser realistas sobre lo que pude lograrse”.
El TTIP colapsó durante el mandato de Barack Obama y se encontró con una “gran reticencia” a ambos lados del Atlántico, recordó el vicepresidente, responsable también de la cartera de Comercio.
Dombrovskis consideró que se podrían “elegir quizá algunas áreas seleccionadas de cooperación”, como la reciente propuesta para establecer un consejo de comercio y tecnología para fijar los estándares de nuevas tecnologías.
También cerrarse “acuerdos comerciales específicos”, como el sellado en 2020 que eliminó los aranceles a la importación de langostas estadounidenses en la UE, a cambio de que Washington redujese las tarifas a otras exportaciones europeas.
Pero incluso para éstos, dijo Dombrovskis, “hay una dificultad, porque el mandato de los Estados miembros a la Comisión Europea es no negociar sobre bienes agrícolas, mientras que EE.UU. tiene el mandato de negociar bienes agrícolas”.