El Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) tiene más de cuatro décadas de servicios al desarrollo de República Dominicana. Es, con toda seguridad, uno de los aciertos de mayor preponderancia de la democracia dominicana y esa necesaria concertación con los sectores productivos del país. Desde sus aulas surgen los técnicos o profesionales que demanda el mercado laboral, ya que su enfoque responde a las necesidades reales de capital humano.
Existe desde enero de 1980. Su fundación nació con un objetivo explícito: dar respuesta a los sectores productivos que requerían recursos humanos cualificados para el adecuado desempeño de los puestos que emergían en el mercado de trabajo y potenciar, por esa vía, la economía y desarrollo de República Dominicana. Y la verdad hay que decirla: así ha sido durante todo su transcurrir.
El Infotep ha sabido ir acorde con los tiempos. Ha adoptado diversas metodologías de enseñanza y aprendizaje que se adaptan a las necesidades y requisitos de los sectores productivos y de la población.
Un ejemplo es la formación dual, implementada desde 1988, con el apoyo de la Misión Técnica Alemana, instalada por la Cámara de la Pequeña Empresa de Baja Baviera/Alto Palatinado y con el concurso de la GTZ.
También ha implementado la formación de maestros técnicos, cuya fase experimental finalizó en diciembre de 1993, con la graduación de los primeros maestros técnicos del país. También contó con el asesoramiento de la Misión Técnica Alemana.
Otro logro ha sido la formación continua en centro, la cual surge como una alternativa a la formación dual, para brindarle la oportunidad a más jóvenes a formarse con una visión real del trabajo, convirtiendo el taller de formación en una empresa, para el aprendizaje práctico.
Ahora, con esta nueva realidad que plantea el mercado laboral dominicano, a propósito de las nuevas tecnologías y las secuelas de la pandemia provocada por el covid-19, el Infotep se adentra en un mundo de más oportunidades que, a juzgar por lo que ha sucedido en el pasado, saldrá airoso de los nuevos retos.
Sus autoridades actuales, por suerte, cuentan con la experiencia e interés necesarios para saber jugar su papel frente a lo que demanda el mercado laboral dominicano a través de los sectores productivos.
El Infotep no sólo se ha modernizado como entidad de educación técnica, adoptando las nuevas tecnologías y vías para la enseñanza, sino que sus estrategias están enfocadas a suplir las nuevas necesidades de recursos humanos. Y así debe ser.
El proceso de entrenamiento de su personal de formación, es decir, de sus docentes, ha sido constante, lo cual es un indicativo de lo conscientes que han sido sus directivos de mantenerse actualizados para responder a lo que necesita el país para echar a andar sus sectores productivos. El covid-19, a propósito de esta realidad, ha generado nuevas formas de producción o vías de comunicación entre los colaboradores y las empresas, generando una especie de ruptura en algunos ámbitos productivos.
La nueva realidad no sólo planeta nueva nuevos retos, sino también pone de frente un espejo que refleja lo que República Dominicana ha sido y es luego de la existencia del Infotep. Sólo hay que seguir cuidando su legado y lo que significa para al futuro de la economía dominicana.
Augurar éxitos a las actuales autoridades no sólo es mandatorio, sino que es un deber todo el que se sienta comprometido con un mejor país. Enhorabuena!