[dropcap]I[/dropcap]ndustrias San Miguel (ISM), la empresa de capital peruano que fabrica la marca de refrescos Kola Real en Santiago Rodríguez, ha logrado en diez años lo que a otros les ha tomado más de un siglo. Sus datos establecen que ya cuenta con el 42.3% del mercado local, que se relaciona con 55,000 puntos de ventas y que su planta produce más de 160,000 botellas por hora.
La empresa, cuyas operaciones en el país se iniciaron en 2005 bajo el amparo de la Ley 28-01 de Desarrollo Fronterizo, ha realizado inversiones por US$110 millones y en este período ha reportado US$90 millones vía el Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS).
Además de las ventajas comparativas que le dio la Ley 28-01, su llegada al mercado local tuvo que ver con la poca competencia que, según dice, había en el país en el segmento de gaseosas. Cuando se iniciaron aquí eran líderes Coca Cola y Pepsi, con sus diferentes productos, así como Imperio en el Cibao.
El director de Industrias San Miguel en República Dominicana, Arturo Marroquín, relaciona su éxito con la experiencia de más de 28 años en el trabajo continuo. “Tenemos experiencia a nivel internacional. Conocemos nuestras ventajas y nos diferenciamos bastante. La adaptabilidad de nosotros a la cultura es importante. Debemos conocer a nuestros consumidores. Invertimos en un canal de distribución y en nuestra gente. Creemos en nuestra gente y eso es lo más importante”, sostiene el empresario.
Marroquín explica que además de conocer oportunidades en el mercado dominicano, identificaron precios atractivos para la inversión, condiciones de clima adecuado y rompieron los paradigmas.
“Investigamos los incentivos tributarios que existen para la inversión extranjera en las zonas de frontera, que son deprimidos, y es así que decidimos dar el primer gran paso para crear una planta de producción en República Dominicana y nos acogimos a la Ley 28-01, que busca mejorar las condiciones de vida en la región fronteriza”, apunta el ejecutivo.
La clave, además, dice que ha estado en el trabajo sostenido, en el canal de distribución y en la innovación constante. “Nuestros productos fueron concebidos netamente para este mercado. Este es un mercado caribeño que se basa en sabores, colores, aromas, situaciones particulares y hemos hecho pruebas para saber qué es lo que le gusta al dominicano”, apunta.
A su entender, la instalación de la empresa en un región como la de Santiago Rodríguez y la frontera también ha sido parte del éxito, ya que la gente de allí siente que Kola Real es su producto. “Hemos logrado mucho a base de esfuerzos y manos dominicanas. La gente lo demuestra y los números también lo dicen”, indicó.
Asegura que la empresa se ha comprometido con apoyar todas las iniciativas que busquen proteger el medioambiente, pero también con respetar las leyes.
“Creo que el éxito no es casualidad, el éxito se hace y lo hemos demostrado no sólo aquí, sino también en otros mercados y se está replicando en cierta forma en República Dominicana”, dice.
El ejecutivo de ISM considera que las épocas de crisis son las mejores para descubrir oportunidades y sacarle el mejor provecho.
Ley 28-01
Respecto a la Ley 28-01 de Desarrollo Fronterizo, el ejecutivo deIndustrias San Miguel dijo que es una legislación que apoya las inversiones que van a esta zona. Su objetivo, admite, ha sido instalarse en los lugares donde encuentran oportunidades de desarrollo.
Marroquín considera que la competencia siempre encontrará con qué criticar, por lo que “eso no es novedad y si no hubiera competencia no gritarían, como decimos algunos”. A su entender, no hay ventajas frente al mercado pues se trata sólo de un tema compensatorio.
Sostiene que el tratado de libre comercio con Centroamérica y Estados Unidos (DR-Cafta) pone a todos en igualdad de condiciones y que en su casa ha sido el mercado el que le ha dado la ventaja, “más que otra cosa”.
Los ejecutivos deIndustrias San Miguel invitan a los demás industriales a que inviertan en la frontera, ya que independientemente de que sea un país pequeña la pobreza ataca mucho la zona. Aseguran que los índices de pobreza en la provincia Santiago Rodríguez establecen que ha habido una mejoría.
“Los índices de pobreza señalan que había un 83% y ahora están por debajo del 40%. Se demuestra claramente la mejora”, afirmó Marroquín, quien entiende que el tema de la competencia debería revisarse porque como empresa reporta el ITBIS y otros impuestos.
EMPRESA FAMILIAR
Según Hans Añaños Alcázar, de los principales ejecutivos de la empresa, todas las fronteras se encuentran ávidas de encontrar oportunidades de desarrollo a través de empresas locales. Defiende su participación en el mercado local y su presencia, aún más alta, en la zona fronteriza porque la gente se identifica con el proyecto.
Como empresa, destaca, llega a muchos otros lugares donde otras industrias o compañías no llegan. “Más allá de lo que puede estipular una ley, las fronteras y la parte de Santiago Rodríguez han recibido la inversión y nos han brindado una fortaleza estratégica por la ubicación”, sostiene.
“Somos una empresa de consumo masivo. Somos motor de desarrollo. Cuando llegamos a instalarnos a Santiago Rodríguez nos dimos cuenta de que es una región bastante pobre y la gente emigraba para conseguir trabajo. Y creemos que todas las empresas instaladas en la zona son parte del desarrollo”, explicó Cinthya Añaños Alcázar, de los ejecutivos de Industrias San Miguel.