[dropcap]L[/dropcap]a asimetría en el desarrollo económico de República Dominicana y Haití ha determinado su tipo de relación, marcado por una constante migración hacia la parte oriental de La Española, al menos durante las últimas cuatro décadas.
De un lado se encuentra el país más pobre del hemisferio occidental, mientras que del otro lado un país en vías de desarrollo, con tasas de crecimiento envidiables a nivel regional, pero con una marcada desigualdad social que tiende a agudizarse.
Los haitianos son el grupo de inmigrantes más grande por mayoría abrumadora, alcanzando 458,000 personas, equivalentes al 87% de todos los extranjeros. El segundo grupo más cercano está compuesto por los estadounidenses, quienes con 13,500 representan el 2.5%.
Los trabajadores haitianos constituyen el 29.5% de la fuerza laboral empleada en la construcción y el 17.7% de los ocupados en el sector agropecuario. En las demás ramas de actividad, la participación relativa de la población de origen extranjero no llega a superar el 8% de la población total ocupada, de modo que en las mismas el 92% o más del empleo es desempeñado por dominicanos.
Los inmigrantes haitianos se concentran en términos ocupacionales en cuatro ramas de actividad, las cuales integran al 88.5% de este segmento ocupacional el sector agropecuario, la construcción, el comercio y los otros servicios.
El 72.3% de los hombres haitianos está integrado en las actividades laborales de la agricultura y ganadería y la construcción, mientras que el 69.3% de las mujeres inmigrantes haitianas participa en el comercio y los otros servicios, con un 13.2% adicional que labora en el sector agropecuario.
El 80% de los hombres haitianos son trabajadores o empleados asalariados, mientras las mujeres haitianas se reparten equitativamente entre el trabajo asalariado y las actividades independientes.
En cuanto a los aportes a la economía dominicana, el investigador y coordinador de la carrera de Economía del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), Luis Vargas, considera que son muy limitados, debido a que representan minorías en los sectores donde tienen más alta presencia, los cuales, a su vez, tienen una participación limitada dentro del producto interno bruto (PIB).
La mano de obra haitiana, compuesta por cerca de 235,000 trabajadores, genera el 7% del valor agregado que produce la economía dominicana, muy por debajo de la creencia generalizada en el país, según el economista.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), de los 570,000 que trabajan en el sector agrícola, 18% son haitianos. Mientras que de los 248,000 trabajadores en la construcción, el 29% es haitiano. En el comercio los haitianos representan el 5.4% de los empleos, en la industria hotelera el 3.7% y la manufactura 2.6%.
Datos del Observatorio del Mercado Laboral Dominicano, del Ministerio de Trabajo indican que entre 2000 y 2014 el uso de la mano de obra haitiana aumentó en más del 440%, superando a la dominicana, que aumentó sólo un 35%. Según el Banco Mundial, los salarios de los haitianos pueden llegar a ser hasta un 40% más bajos que los sueldos devengados por los dominicanos.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) realizó una investigación complementaria de la ENI 2012, en la que determinó en 2013 que la población haitiana aporta el 5,4% del PIB de República Dominicana. Eso equivale a US$3.456 millones de los US$64.000 millones del PIB dominicano, estimado por el BM para 2014.
Los haitianos que trabajan contribuyen con unos US$1.300 millones en remesas enviadas al otro lado de la frontera, lo que representa la cuarta parte del PIB de Haití, de acuerdo con los cálculos de Naciones Unidas.
A diferencia de otros grupos de inmigrantes, la tasa de desempleo en la población haitiana tiende a aumentar a medida que tienen un nivel académico más elevado.
Así los haitianos con educación primaria tienen un desempleo abierto de 11.4%, los de educación secundaria 13.7%, mientras que quienes tienen grado académico universitario alcanzan el 26.1%. En el caso del resto de inmigrantes, aquellos con educación primaria tienen un desempleo de 11.4%, los de educación secundaria 12.3% y los universitarios un desempleo de 7.8%.
Mercado de trabajo y migración
Remuneración. Para el economista, la inmigración haitiana tiene ciertos efectos sobre el mercado. Presiona a la baja el salario en los sectores donde hay una alta concentración de su trabajo y provoca la disminución de los demás beneficios adicionales al sueldo.
Distribución. Menos del 20% de los trabajadores del campo son haitianos, desmontando el mito de que se trata del mayor sector que recibe mano de obra de este grupo de extranjeros. Mientras que el 65% de los inmigrantes del vecino país viven en ciudades.
Divisas. Otro de los datos resaltados es que República Dominicana recibe mayor cantidad de divisas procedentes de los dominico-haitianos residentes en Haití, que los recursos que llegan al vecino país de sus inmigrantes en territorio dominicano.