La Comisión Europea (CE) presentó este martes un nuevo plan para cooperar con los países del norte de África y Oriente Próximo que pone el acento en la economía, la migración y la seguridad frente al terrorismo y la delincuencia organizada.
La “Nueva agenda para el Mediterráneo”, adoptada este martes en la reunión semanal de los comisarios europeos, pretende “impulsar y fortalecer la asociación estratégica” entre la Unión Europea y países como Marruecos, Egipto, Argelia, Túnez, Líbano, Israel, Libia, Jordania o Siria, indicó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
“Hay dos áreas principales en las que debemos concentrarnos con nuestros socios y es algo que hemos ido desarrollando con ellos: primero la economía, donde necesitamos crecimiento y empleo (…) y en segundo lugar la seguridad, que ha sido un problema desde hace tiempo, por el terrorismo, la delincuencia organizada y la migración irregular”, dijo en rueda de prensa el comisario de Vecindad, Olivér Varhely.
Subrayó que esa colaboración que busca la UE pretende ser de “larga duración”.
Para ello incluye un plan económico y de inversiones destinado a “impulsar la recuperación socioeconómica a largo plazo” en el sur que contaría con hasta €7,000 millones bajo el nuevo instrumento de vecindad, desarrollo y cooperación internacional, parte del presupuesto plurianual de la UE para el periodo 2021-2027.
Según la Comisión, con ese dinero “podrían movilizarse hasta €30,000 millones en inversiones públicas y privadas en la región durante la próxima década”.
El plan económico y de inversiones busca, asimismo, promover el desarrollo sostenible, abordar los desequilibrios estructurales de la región, aprovechar su potencial económico e incrementar el atractivo de esos países para los inversores.
Además, aspira a ser “un compromiso renovado para implementar y apoyar reformas socioeconómicas inclusivas, especialmente del entorno empresarial, el crecimiento económico sostenible y las políticas macroeconómicas orientadas a la estabilidad respaldadas por una estrategia a largo plazo”.
Más allá del plan económico y de inversiones, la “Nueva agenda para el Mediterráneo” pone el foco sobre la migración y la movilidad para “abordar de manera conjunta los desafíos de los desplazamientos forzados y la inmigración irregular”.
En ese sentido, pretende facilitar los movimientos de personas “seguros y legales”, reforzar la cooperación en ese ámbito y abordar las causas de la inmigración irregular y los desplazamientos forzados.
Por otro lado, se busca reforzar la cooperación en seguridad para hacer un “mejor” frente al terrorismo, las amenazas cibernéticas e híbridas y la delincuencia organizada.
El plan subraya también la necesidad de ayudar a la “transición verde” para proteger los recursos naturales de la región y crear un crecimiento atento al medio ambiente.
Bruselas subrayó que el respeto a los derechos humanos y al Estado de derecho serán parte integral del plan.
El informe conjunto de esta agenda para el Mediterráneo será revisado a medio plazo, en 2024.