Un buen propósito para este 2021 es tomar control de nuestras finanzas a través de un buen presupuesto donde podamos identificar nuestros ingresos y sobre todo controlar nuestros gastos. Manejarse con un presupuesto requiere de mucha disciplina y tesón, pero con el tiempo se convertirá en un hábito que repercutirá positivamente en las finanzas del hogar.
Uno de los principales gastos del presupuesto familiar es la compra del supermercado. Cuando la crisis bancaria del 2003 recuerdo que a los supermercados se les conocía como “la casa del terror”, por la turbulencia inflacionaria que ocasionó este funesto hecho.
Sin embargo, ir al supermercado no necesariamente debe convertirse en una pesadilla si se hace con criterio e inteligencia. Ha quedado demostrado que aplicando ciertas recomendaciones muy precisas podemos sacar mejor provecho de esta actividad.
Una de las primeras recomendaciones (aunque suene extraño) es no ir al súper con mucho apetito, ya que puede incrementar la probabilidad de comprar más de lo planificado. Es importante la elaboración de una lista de compras diseñada a conciencia, la cual debe ser fiel a ella. Si por alguna razón se tiene que ir al súper, y no se cuenta con la lista de compras, entonces adquiriera aquellos productos tradicionales de su lista, los que más necesita y luego compense.
Mucho cuidado con los especiales, pues a veces nos dejamos llevar por la tentación de comprar algo que no necesitamos solo por el hecho de que está en especial. Una mejor idea es procurar especiales de productos de nuestro listado, o en su defecto descuentos en productos sustitutos. Por ejemplo, una persona que tradicionalmente compra un cartón de leche marca X, puede reducir el costo comprando un cartón de la leche marca Y que esté en especial, siempre y cuando sea un buen sustituto de la leche marca X.
El éxito en la elaboración de un buen listado de compras es la investigación previa. A través de los medios podrás enterarte de las principales ofertas y las nuevas promociones. Es bueno determinar el número de veces que se va al súper en un mes para catalogar las compras grandes de las pequeñas para así hacer una mejor distribución. Lo ideal es comprar pocas cantidades de los productos que son perecederos y adquirir empaques grandes de los no perecederos como los detergentes, papel de baño, etc.
En este sentido es muy buena idea realizar un análisis de los alimentos que más consume su familia para establecer un plan de compras los días que estén en especial.
Una vez en casa, se debe educar a cada miembro de la familia que le despensa no es infinita y hay que consumir los artículos de manera consciente sin desperdiciarlos. Mantener la costumbre de una administración férrea de los productos adquiridos es una de las más efectivas maneras de ahorro.
Cuando se va al supermercado, siempre es recomendable hacerlo con tiempo suficiente con el fin de realizar una compra sensata, donde se pueda comparar precios con tranquilidad y detectar buenas oportunidades. Las prisas son enemigas de las compras efectivas.
Crea un vínculo de lealtad con el supermercado de tu preferencia. Muchos tienen tarjetas donde recibes descuentos y acumulación de puntos que luego puedes canjear creando un verdadero ahorro. Así mismo, muchos de estos negocios tienen marcas propias de algunos productos como azúcar, arroz, agua con una buena relación calidad precio.
Algunos expertos recomiendan no ir con los niños al supermercado, pues como sabemos son “expertos” en antojarse de chucherías y cosas innecesarias. Entiendo que esto puede solucionarse con educación, fomentando en los hijos buenos criterios financieros y de consumo.
Ir al supermercado no tiene que ser un dolor de cabeza. Existen muchos de estos negocios, desde las grandes cadenas de supermercados, hasta el minimarket del barrio. Lo importante es saber elegir aquel que le otorgue mayor valor agregado por su dinero.
Llegó la hora de hacer compras inteligentes, el ahorro no sólo consiste en acumular dinero sino también, hacer un mejor uso de los recursos evitando el despilfarro.