La velocidad con que República Dominicana ha venido endeudándose ha sido motivo de preocupación por diversos hacedores de opinión pública. El Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES) considera que la realidad demanda prudencia en el manejo de las finanzas públicas hacia el futuro para poder cumplir con ese mayor servicio de la deuda.
La pandemia, provocada por el covid-19, ha obligado a los países a pisar el acelerador de la deuda con miras a disponer de recursos frescos para hacer frente a la presión de liquidez y el demandante gasto público para contener los efectos de la crisis sanitaria. Las naciones subdesarrolladas deben enfrentar una carga más pesada por el escaso margen de maniobras financieras que tienen.
República Dominicana es un ejemplo palpable de lo que ha provocado la pandemia, la cual fue declarada en el país a mediados de marzo de 2020. Entre el cierre de 2019 y lo que va de 2021, la deuda pública consolidada pasó de US$44,928.2 millones a US$57,275.5 millones, lo que equivale a un aumento neto de US$12,347.3 millones, es decir, un 27.5% en este período. Contando desde septiembre del año pasado, la deuda creció en US$5,330.2 millones, un 10.26%. Los números establecen que el covid-19 obligó al país a pisar el acelerador del endeudamiento para, como establecen organismos financieros internacionales, hacer frente a las necesidades de liquidez.
La deuda pública consolidada, que incluye el sector público no financiero (SPNF) y el Banco Central, creció en US$29,008 millones entre 2013 y lo que va de 2021, lo que equivale a más del doble, es decir, un 102.62%. Sin embargo, el 42.57% del aumento de la deuda pública entre 2013 y 2021 (US$29,008 millones) se generó a partir de 2019.
Entre 2017 y 2020 el promedio de crecimiento anual de la deuda estuvo en un 11.13%, mientras que, en los años previos, a partir de 2013, fue de sólo un 6.51%, aproximadamente. En el período analizado, en tres ocasiones el aumento relativo de la deuda ha superado los dos dígitos, con un 11.29% en 2016, un 10.10% en 2018 y un 15.62% en 2020, éste último resultado en un contexto de pandemia y paralización de las principales actividades productivas durante los primeros tres meses de la crisis sanitaria.
Aunque economistas recomiendan no comparar el comportamiento del producto interno bruto (PIB) con la deuda acumulada, por tratarse de variables macroeconómicas diferentes, ya que una es de flujo y otra tipo stock, sí es notorio que el aumento del endeudamiento es superior al crecimiento anual de la economía.
El PIB, por ejemplo, es una variable de flujo porque se mide por unidad o un período determinado de tiempo. La deuda pública es considerada un stock, por ser un valor determinado e independiente de una unidad de tiempo. Sin embargo, el servicio de la deuda sí es considerado un flujo, ya que el pago de los intereses de la deuda es medido con referencia a una unidad de tiempo.
En un documento publicado recientemente, el Banco Central explica que, por ejemplo, acorde a las proyecciones de octubre de 2020 del Fondo Monetario Internacional (FMI), la deuda pública global alcanzaría el 98.7% del PIB mundial al cierre del año, cifra que representa un incremento nada trivial de 15.7 puntos porcentuales con relación al nivel de 2019. Por supuesto, especifica, la distribución del endeudamiento es remotamente distinta entre economías avanzadas y emergentes, cuyos niveles se esperan que alcancen un 123.9% y un 62.5% del PIB, respectivamente, al ofrecer el balance final de 2020.
En el caso específico de República Dominicana, no es la primera vez que una crisis provoca un aumento en el nivel de endeudamiento. “…la deuda pública consolidada alcanzó su máximo histórico de un 83% del PIB en 1987, en un entorno de crisis económica que afectó toda Latinoamérica. Luego de una importante reducción, como fruto de la expansión económica de la década de 1990, la crisis financiera dominicana hace que la deuda pública aumente nuevamente desde un 21.9% del PIB en 2002 hasta un 46.9% en 2004”, explica el Banco Central, cuya deuda cerró 2020 en US$11,684.4 millones.
Sin embargo, República Dominicana no es la excepción. La pandemia del covid-19 provoca una montaña de deuda global que golpeará en el futuro de todos los países. Ante esta situación, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó en octubre de 2020 un alivio inmediato de la deuda para 25 países miembros con el objetivo de enfrentar el impacto económico de la crisis sanitaria en esas naciones. La mayoría de los beneficiarios son africanos.
Por otro lado, según el FMI, los países más pobres del mundo enfrentan una situación común: la devaluación de su moneda provoca que el costo de sus bonos crezca, creando un escenario “muy complicado” en el medio plazo.
Optimismo
El Banco Central (BC) destaca que el desempeño económico mundial durante 2020 estuvo afectado significativamente por la rápida propagación del virus del covid-19, que dio como resultado la declaración de pandemia a nivel internacional y la adopción de fuertes medidas de confinamiento con el objetivo de limitar el contagio. La crisis sanitaria provocó el cierre de las actividades productivas y la paralización de los flujos comerciales y turísticos, rápidamente transformándose en la más profunda recesión global desde la Segunda Guerra Mundial hace más de 70 años, estimándose una caída de -4.3% en 2020, según el Banco Mundial.
No obstante el panorama, las informaciones más recientes señalan una mejoría en la actividad económica mundial durante los últimos meses, así como una mayor certidumbre ante el inicio de los programas de vacunación en múltiples países y la implementación de estímulos monetarios y fiscales a una escala sin precedentes. En efecto, las perspectivas apuntan a una rápida recuperación de la economía mundial proyectándose una expansión de un 4.0% en 2021, lo que implicaría una recesión de menor duración que otros episodios de contracción global que tuvieron efectos por plazos más largos como la Crisis Financiera Internacional de 2008-2009, la Segunda Guerra Mundial 1945-1946 y la Gran Depresión 1929-1932.
Tomando como referencia este escenario de recuperación esperado para 2021, se presenta en este documento una evaluación del comportamiento reciente y las perspectivas de las principales economías del mundo, para examinar el contexto en que se desenvolvería la economía dominicana en 2021, evaluando los pronósticos de las principales variables macroeconómicas y los desafíos aún pendientes. El documento muestra que, en este entorno internacional que se vislumbra más favorable, la economía recuperaría los niveles de crecimiento alcanzados durante los años previos a la crisis.