CBDC (Central Bank Digital Currencies) es el acrónimo en inglés para monedas digitales emitidas por bancos centrales. Las monedas digitales emitidas por un banco central utilizan un token basado en la cadena de bloques (aunque el Blockchain no siempre es necesario) y representa el dinero fiat en formato digital. Una CBDC está centralizada, es decir, es emitida y regulada por la autoridad monetaria del país en cuestión.
Los CBDC ofrecen numerosas ventajas tanto para el ente regulador como para el público en general. Se crearía un panorama de pagos más eficiente, reduciría la exclusión financiera, más estabilidad, menores barreras de entrada para nuevas empresas en el sistema de pagos y una mejoría en la gestión de política monetaria.
Además, estas ayudarían a contrarrestar el auge de las criptodivisas. Una moneda digital emitida a nivel nacional y respaldada por un gobierno de confianza puede ayudar a limitar la adopción de monedas emitidas por el sector privado, que ya de hecho son difíciles de regular y podrían presentar riesgos para la estabilidad financiera y la efectiva implementación de política monetaria.
La emisión y el diseño de una moneda digital por parte de un banco central es una decisión soberana de cada país basada en la evaluación que se haga sobre cómo podría apoyar los objetivos de política monetaria al proporcionar un método de pago fiable.
Los siete principales bancos centrales del mundo y el Banco de Pagos Internacionales (BPI) consideran que, en caso de que emitieran una moneda digital soberana, “debería coexistir con el efectivo”, cuyo uso mostraba una clara tendencia bajista antes de la crisis sanitaria.
Actualmente hay 10 países que tienen contemplado crear su propia moneda digital soberana.