El superintendente de Bancos (SB), Alejandro Fernández Whipple, considera pertinente que durante la gestión del presidente Luis Abinader se someta “eventualmente” un proyecto de modificación de la Ley Monetaria y Financiera, la cual cumplirá 20 años en el 2022.
Sin embargo, consideró que eso sería algo que debería verse en el seno de la Junta Monetaria, aunque entiende que en este momento no sería un tema que “yo pusiera en la agenda inmediata, aunque es una ley de 2002 y se ha pasado lo que fue la crisis financiera de 2007-2009, mientras que los acuerdos de Basilea ya van por la tercera versión”.
Las prioridades, según afirma que lo ha comunicado al equipo y a actores del sector, está en mantener la estabilidad del sistema, ya que “el barco del ahorro y del crédito nacional, digamos de la banca, nosotros somos uno de los capitanes de ese barco y nuestro reto fundamental, y esto incluye a bancos y usuarios, es asegurarnos de que ese barco llegue a puerto seguro sobre todo en medio de esta tormenta, que pasará y habrá de ser en el corto plazo, es decir, en los próximos seis meses, que podamos volver a salir (…) ya a ritmo de crecimiento reales más importantes que lo que tenemos ahora”.
Basilea
El sistema financiero de República Dominicana aún no tiene en implementación la tercera versión de los acuerdos de Basilea, aunque sí se aplican algunas provisiones anticíclicas. El tema es abordado por Enmanuel Cedeño Brea, subgerente de Regulación e Innovación de la Superintendencia de Bancos (SB). Sostiene que el primer eje de la presente gestión es mantener la estabilidad macroprudencial y financiera del sistema bancario.
El funcionario explicó que dentro de los planes ha estado ser un pivote hacia la implementación gradual de Basilea III, pero para hacerlo correctamente se requiere de una modificación de la Ley Monetaria y Financiera, la cual es una “legislación súper orgánica”, según lo dictó el Tribunal Constitucional. Esto quiere decir, explica, que requiere de una mayoría especial para su modificación.
Sin embargo, Cedeño Brea considera que este proceso también es un criterio de oportunidad, es decir, saber cuándo es oportuno. En este momento, entiende, los bancos están en un contexto de actuación prudente, constituyendo provisiones, “y no sabemos cuándo será el fin de esta tormenta”.
Explicó que en el calendario de la agenda regulatoria tienen en lista la implementación de Basilea III. Aseguró que harán todo lo que puedan hacer para promover su implementación, como son las provisiones anticíclicas, ya que al final sirve para que los bancos estén mejor preparados para resistir las embestidas que puedan venir con más capital y de mayor calidad, que es lo que establece esta norma.
Refiere que Basilea III tiene una recomposición de los colchones de capital. En este sentido, el superintendente de Bancos, Alejandro Fernández Whipple, señala que hay seis ejes estratégicos, pero sólo se logra cumplir uno y ese “uno” es el que corresponde a asegurar y mantener la estabilidad financiera de que goza el país, saldrían de la administración pública más que satisfechos. “Esto es lo más importante”, sostiene.
Operaciones de tesorería
Hay instituciones financieras cuyas accione más importantes constituyen operaciones de tesorería. El superintendente de Bancos (SB), Alejandro Fernández Whipple, considera que esa institución no puede decirle a las entidades cómo deben hacer dinero, ya que eso dependerá de la iniciativa privada o estrategia de negocios.
Sin embargo, señaló que siempre hay temas relativos a la concentración que sí son constantemente evaluados. “Uno no quisiera que una entidad financiera tuviera una única fuente de generación de ingresos, sino que sea lo más diversificada posible y eso sí lo evaluamos. Le decimos: mira, te ha ido tan bien con estas operaciones de tesorería que el mercado te ha favorecido, pero también que puede ir por otra vía”, explicó.
Para el funcionario, de todos modos es importante tener una diversificación aunque también la conversación habría que tenerla con las que sólo tienen como vía la canalización de crédito, ya que las operaciones de tesorería son importantes para la gestión de liquidez y diversificación de las fuentes de rentabilidad.
Según Elbin Francisco Cuevas Trinidad, subgerente de Supervisión, las actividades de intermediación financiera tienen todo una lista permitida a ofrecer, es decir, productos o servicios y la forma en que combinan ese portafolio dependerá de su apetito de riesgo. Desde luego, apunta, como órgano regulador no puede definir cuáles servicios, ya que eso dependerá de su estrategia de negocios.
Afirma que el manejo adecuado de la parte concerniente a tesorería está normado por la ley, ya que de esto depende su liquidez. Al mismo tiempo, señala que los bancos deben diversificar sus fuentes de ingresos porque eso les ayuda a disminuir su perfil de riesgo.
Expansión de los servicios
El superintendente de Bancos (SB), Alejandro Fernández Whipple, valoró el papel que desempeñan los subagentes bancarios en todo el territorio nacional y consideró que es una de las iniciativas de la pasada gestión que merecen un reconocimiento.
Consideró que es necesario seguir ampliando este proyecto sobre todo en un contexto de pandemia en que se hace más necesario evitar el cúmulo de personas. Al mismo tiempo, es importante que se impulse de manera más activa todo el proceso de digitalización de los servicios bancarios tanto por tema de eficiencia, como por la variable competencia.
Sobre la digitalización, indica que al ver a las grandes firmas tecnológicas globales ofreciendo servicios financieros, es de orden que si los bancos no dan un paso más adelante se quedarán fuera. “Quizá podríamos ver mayores redes e integración de subagentes bancarios. Podríamos ver economías de escalas con los subagentes. También sería pertinente trabajar el mapa bancario, ya que hay provincias donde quizá sólo hay una sola entidad bancaria”, dijo.