[dropcap]P[/dropcap]amela Sittenfeld tiene facultades sobradas para hablar de un régimen de competencia en el que todos los agentes del mercado compitan en igualdad de condiciones. Sabe muy bien de la necesidad de su implementación, especialmente en mercados que, como el dominicano, han dado el primer gran paso: hacerse de una legislación que ponga las reglas claras.
Afirma que para concebir el rol que han tenido los organismos de competencia en América Latina hay que entender el objetivo de las leyes, que es promover la eficiencia económica para que el consumidor pueda tener los beneficios del juego de la oferta y demanda.
¿Por qué es importante que exista un organismo o autoridad de competencia?
Para garantizarle al consumidor que en el mercado habrá las suficientes opciones y que pueda escoger y pueda ejercer su derecho de defensa; y desde el punto de vista de los empresarios, que haya reglas que garanticen que cualquiera pueda entrar al mercado y competir en igualdad de condiciones con otros agentes en el mercado.
¿Qué empresas en la región han sido señaladas o catalogadas con abuso de posición dominante?
Hay que ser muy claro y la ley dominicana en ese sentido es muy explícita, de que el hecho de tener una posición dominante en el mercado no es una situación que genere por sí sola establecer una sanción. Por supuesto que ha habido muchísimos casos en varios sectores. Hay que recordar que la Ley de Competencia se aplica de manera trasversal, por lo que cualquier empresa que tenga una posición dominante y abuso de esa posición dominante, está expuesta a que se aplique una sanción.
¿Qué recomienda para que ProCompetencia funcione?
Creo que ProCompetencia ha sido muy responsable en el sentido de que ha trabajado, primero, en capacitar a su personal; crear una serie de instrumentos para la correcta aplicación de la ley; en borradores de guías y manuales que serán un respaldo técnico para que se aplique adecuadamente la ley. Además de eso ha promovido también una cultura de la competencia entre agentes que tendrán una relación directa o indirecta con la ley. Por supuesto, una vez venga el primer caso, que esperamos sea pronto, creo que estará en una muy buena posición de atenderlo de acuerdo a las mejores prácticas internacionales.
¿Considera usted que podrían haber intereses que frenen el desarrollo e implementación de la Ley de Competencia?
Hay que entender el contexto en que nacen las leyes de competencia, las cuales, por lo general, surgen en países donde existe poca cultura de la competencia. Hay que recordar que las distorsiones no sólo vienen por conductas anticompetitivas, sino también por regulaciones que pueden, de alguna manera, crear barreras a la entrada de agentes al mercado. Entonces sí es normal que en un mercado como el nuestro no haya el ambiente adecuado para que estas se implementen. Parte del rol que debe tener toda autoridad es justamente empezar a crear una cultura de la competencia, que la gente entienda por qué esto es beneficioso, por qué genera mayor eficiencia, pero sobre todo por qué beneficia al consumidor.
¿Qué relación tiene la implementación de ley con la atracción de la inversión extranjera?
En realidad estas son las reglas del juego que se aplican en todas partes del mundo. Entonces, cualquier inversionista de un tamaño importante va a entender cuáles son las reglas de juego y además, probablemente, son reglas que le van a permitir justamente entrar al mercado. Si existen regulaciones que le den privilegios a un agente sobre otro eso va a impedir que la inversión entre. El privilegio va a proteger a alguna persona.
¿Qué se haría en este caso?
Justamente lo que se haría es trabajar para que esas regulaciones dejen de existir. Si algún agente económico va a hacer alguna práctica anticompetitiva, el órgano le impedirá la inversión, y no sólo eso, sino al pequeño productor que querrá entrar. Si las reglas del juego no están claras, y esto es justamente parte del propósito de las leyes de competencia, no va a poder entrar.
¿Qué opinión tiene del nivel de conciencia de los ciudadanos comunes sobre la importancia de la Ley de Competencia?
En un país donde se está iniciando la implementación de la ley, probablemente los ciudadanos no tienen tanta conciencia y por eso hay que hacer foros, educar a los diferentes sectores de la sociedad para que entiendan de los beneficios y por qué estos tipos de normas son una garantía o una protección para que el sistema de competencia funcione.
¿Tiene que ver con ese nivel de conciencia con el funcionamiento de ProCompetencia?
Cuando hay una cultura de la competencia se facilita la aplicación de la legislación. ¿Por qué? Porque la gente sabe que cuando alguien comete una práctica anticompetitiva hay un efecto negativo en el mercado que finalmente le va a afectar directamente su bolsillo. Cuando agentes económicos se ponen de acuerdo para establecer el precio al que van a vender en el mercado ese precio probablemente será mucho más caro del que debería pagar el consumidor. En ese sentido, ese tipo de información y sensibilización no sólo debe ser promovido por la autoridad de competencia, sino, además, por la prensa.
¿Qué mecanismos considera usted están a la mano para lograr que la Ley 42-08, con siete años de aprobada, logre su real implementación?
De acuerdo con lo que he sabido y he podido interpretar es que deben nombrar a todos los funcionarios para que ésta funcione, que tener vigencia y se pueda aplicar. La ley tiene la mayoría de los elementos básicos que tiene cualquier ley de competencia y en ese sentido la legislación es operativa por sí misma. Lo que hace falta es que se den todas las condiciones para que entre en vigencia.
¿Cuáles empresarios podrían pensar que esta ley les perjudica o que es un instrumento para competir en igualdad de condiciones?
Siempre las leyes generan algún temor. Sin duda alguna estas leyes cambian las reglas de juego y es normal y natural. Sin embargo, terminan siendo empresarios mucho más competitivos cuando existe una ley de competencia. Para los nuevos y las pequeñas y medianas empresas, así como para los consumidores, es más bien una garantía.
Su hoja profesional y de experiencia en la materia
Pamela Sittenfeld se especializa en temas de antimonopolio, regulación y protección al consumidor. Asesora a empresas nacionales y trasnacionales tanto en la implementación de programas preventivos como también en litigios ante la Autoridad de Competencia.
Es profesora de derecho de la competencia en la Universidad La Salle y miembro del Grupo Consultivo de Expertos (AGE) del Programa Compal para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Fue consultor jurídico y directora ejecutiva de la Comisión para Promover la Competencia (Coprocom), y miembro del equipo negociador del Grupo de Competencia del Tratado de Libre Comercio entre Costa Rica y Canadá y del Área de Libre Comercio de las Américas.
Se desempeñó como miembro de la junta directiva de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP) y como miembro del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif).
Pamela ha participado en la redacción de capítulos de competencia para varias normativas sectoriales y ha escrito diversos artículos en materia de derecho de la competencia. Ha recibido diversos reconocimientos por su desempeño.