La asesora técnica del proyecto Mujeres, Economía Local y Territorios (MELyT) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Mujeres, Ana Lilian Vega, aseguró que la inclusión financiera femenina mejora su autonomía y disminuye el riesgo de violencia patrimonial en el hogar.
La experta citó un estudio del Banco Mundial (BM), el cual indica que el ritmo y el impacto de las reformas aumentan cuando un país aplica una estrategia y una política nacional de inclusión financiera.
Puntualizó que las estrategias de inclusión financiera la aplican los bancos privados y los bancos nacionales, que son los que otorgan los servicios, pero para que estos lo puedan hacer de una manera efectiva necesitan de un ecosistema y marco normativo de apoyo en la inclusión.
Las declaraciones fueron ofrecidas durante su participación en el “Foro de Inclusión Financiera”, que organizan ONU Mujeres y el programa MELyT junto a la Agencia de Cooperación Italiana.
La asesora de ONU Mujeres sostuvo que para iniciar las políticas de inclusión financiera hay que comenzar con los productos y servicios que mejoren la resiliencia y disminuyan el riesgo, como las cuentas de ahorro para que las mujeres puedan guardar y enviar dinero sin complicaciones.
Otra de las estrategias para la inclusión financiera es mejorar las condiciones, capacidades y habilidades de las mujeres, para que puedan entender los diferentes productos y servicios y aprovechar al máximo las oportunidades que se les brindan y puedan elegir lo que se acomoda a sus necesidades.
Agregó que hay que diseñar productos y servicios que cubran las necesidades de las mujeres en asuntos de maternidad o enfermedades.
“Hay que generar portafolios de servicios que no sean aislados y que puedan cubrir las diferentes necesidades que tienen durante su ciclo de vida, ya sea familiar o empresarial”, dijo.
Además, según la experta, hay que potencializar los beneficios de la digitalización para disminuir los riesgos y mejorar la seguridad de las mujeres.
Hace falta data
La asesora de MELyT aseguró que para la regulación de la inclusión financiera hace falta contar con data, pero la región no cuenta con normas para la recolección de información más allá de las financieras.
Explicó que también hace falta incorporar la inclusión financiera en los objetivos de los bancos centrales de la región y mejorar los marcos normativos del riesgo, eliminando el sesgo empresarial.
En tanto, el presidente de la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa del Salvador (Conamype), Paul Steiner, indicó que los principales obstáculos que tienen las mujeres en la gran mayoría de los países de Centroamérica y el Caribe son el acceso al crédito, la solicitud de requisitos que no van acorde a las micros y pequeñas empresas, así como también un exceso de trámites.
El presidente de Conamype aseguró que los emprendimientos femeninos tienen mayor probabilidad de sobrevivir al primer año. Además, son las únicas iniciativas que al mismo tiempo de dar resultado económico, apoyan el tejido social y favorecen a la unidad de la familia.