Para mejorar la inclusión financiera de las mujeres se necesita un conjunto de productos financieros diversos, adaptados a sus necesidades específicas, de forma que sean acogidos con mayor efectividad.
Así lo aseguró la representante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres en el Salvador, Ana Elena Badilla, durante el II Foro “Hacia un enfoque analítico de la inclusión financiera”, organizado por ese organismo internacional y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
La delegada de ONU Mujeres sostuvo que hay que dar a conocer los recursos que ya están presentes en la región y los que se crearán en el futuro, lo que traerá mejor calidad de vida de las mujeres, sus familias y las sociedades centroamericanas.
Sus planteamientos fueron secundados por la especialista en género y negocios, Cecilia Lazarte, quien resaltó que se necesitan productos asequibles, que tomen en cuenta la necesidad de transformación de género, que contribuyan a la salud financiera.
Destacó que hay que ir más allá del acceso a una cuenta o un microcrédito, pensar cómo proveer a las mujeres el acceso a una hipoteca, un financiamiento más amplio y seguros enfocados a las necesidades de las pequeñas y medianas empresas que ellas administran.
En tanto, la directora regional de ONU Mujeres, María Noel Vaeza, puntualizó que la inclusión financiera es fundamental para garantizar la igualdad de género y el pleno desarrollo económico y social de las mujeres.
Agregó que la inclusión financiera de las mujeres también será determinante en el desarrollo económico posterior al covid-19. “Sin las mujeres no habrá recuperación económica poscovid; por ende, debemos estar al centro de todas las respuestas en la recuperación”, sostuvo Noel Vaeza.
Destacó que la pandemia aumentó las desigualdades de forma desproporcionada para las mujeres, los territorios, los países y las regiones, por lo que espera que las desigualdades no se profundicen más al momento de la distribución de las vacunas.
La directora regional de ONU Mujeres destacó que aproximadamente 250 millones de personas en la región no tienen cuentas bancarias, ni accesos a productos financieros. Agregó que únicamente 50% de las mujeres de la región tiene cuentas bancarias en una institución formal, en contraste al 56% de los hombres que las poseen.
Esto sería una gran oportunidad de negocios para las instituciones financieras, ya que solo el 9% de las mujeres de la región ha ahorrado en una cuenta formal y el 18% ha solicitado préstamos.
“Son cifras que no alcanzan para nada lo que necesitan las mujeres para su desarrollo y empoderamiento”, añadió.
Citó un estudio donde se destaca que las mujeres dueñas de pequeñas y medianas empresas tienen un 27% menos de probabilidades que los hombres de recibir un préstamo de un banco para emprender.
Noel Vaeza enfatizó que América Latina es la región donde más mujeres que establecen sus negocios lo hacen con capital inicial facilitado por los familiares, lo que pone de manifiesto la discriminación existente para que las mujeres puedan acceder a un capital y puedan desarrollarse.