La Comisión Europea (CE) estima que en 2025 habrá un volumen de datos a nivel global de 175 zettabytes (175 billones de gigabytes) y quiere que la industria europea aproveche el potencial de este “petróleo del siglo XXI” en ámbitos como el 5G o la inteligencia artificial.
Para ello, es necesario que las empresas europeas aumenten el intercambio información, por lo que la CE presentó este miércoles una Ley de Gobernanza de Datos.
La norma quiere proteger la privacidad de los datos de carácter no personal, en especial los que contienen información sensible que hoy no se comparten, como los derechos de propiedad intelectual o la confidencialidad comercial.
De esta forma, la CE pretende fomentar el flujo de los datos entre los Estados miembros y diferentes sectores industriales.
“Hoy definimos un enfoque verdaderamente europeo de intercambio de datos. Nuestra nueva regulación permitirá la confianza y facilitará el flujo de información entre sectores y Estados miembros”, dijo el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton.
Bruselas quiere crear hasta nueve espacios comunes en la Unión Europea (UE) de intercambio de estos datos en ámbitos como la sanidad, la movilidad, la agricultura, la energía o las finanzas.
La normativa prevé la creación de nuevas entidades –conocidas como “intermediarios de datos”– que almacenarán y procesarán la información para ofrecer servicios de intercambio entre sus propietarios y quienes quieran usarlos, ya sean entes públicos o empresas privadas.
“Hoy en día, solo una pequeña parte de estos datos se usa para potenciales usos y es obvio que tienen que ser accesibles, compartirse de forma segura y (deben) respetar nuestros valores”, dijo la vicepresidenta de la Comisión Europea en materia de Economía Digital, Margrethe Vestager.
GARANTÍAS A LA PRIVACIDAD
Para garantizar la privacidad, los intermediarios deberán notificar a las autoridades nacionales su intención de convertirse en proveedores de servicios de intercambio de datos y deberán cumplir una serie de condiciones.
En primer lugar, habrán de establecerse en uno de los veintisiete Estados miembros, de tal forma que queden bajo el paraguas de las normas comunitarias de protección de datos.
Además, tendrán que demostrar su neutralidad; es decir, que se comprometen a ceder los datos únicamente para el objetivo previsto y que no los van a vender a otras empresas para obtener un beneficio empresarial.
ESTADOS UNIDOS
En caso de que los datos se cedan a terceros países, los proveedores se obligarán a tomar medidas para evitar que el acceso a la información se pueda utilizar para contenidos ilegales o no conformes con las reglas europeas.
En este sentido, Breton argumentó que, con la nueva ley, la UE no pretende fomentar el proteccionismo de los datos a nivel internacional: “No hacemos esto contra nadie; lo hacemos para nosotros, para mejorar lo que tenemos que mejorar”.
El comisario, uno de los principales defensores en el Ejecutivo comunitario de la necesidad de que la UE tenga mayor autonomía estratégica, reconoció que los Veintisiete parten con desventaja en este ámbito frente a Estados Unidos, que tiene un mercado interior más grande y sin fragmentaciones.
Bruselas quiere impulsar una lógica distinta al tratamiento de los datos a la que utilizan actualmente las grandes plataformas tecnológicas, la gran mayoría estadounidenses.
A este respecto, Vestager dijo que “el debate en EEUU ha cambiado mucho en los últimos cinco años (…). Algunos de estos debates han contribuido a determinadas audiencias en comisiones parlamentarias” en las que se han discutido “temas como la privacidad”.
“Creo que las cosas están cambiando y tenemos una oportunidad para dos grandes democracias que parten de la base de que el punto de partida de cualquier democracia es la integridad y la dignidad de los individuos”, continuó la vicepresidenta.
CESIÓN DE PATENTES
Más allá de la nueva ley, la CE presentó también hoy un plan de acción para actualizar y potenciar el uso los derechos de propiedad intelectual en la Unión Europea.
Bruselas pidió a las empresas que, de forma voluntaria, en tiempos de crisis como la actual pandemia, transfieran sus derechos de propiedad intelectual a otras compañías para poder cooperar y fomentar la investigación.
“Queremos garantizar que la tecnología punta se utiliza correctamente”, explicaron las fuentes al destacar que la pandemia ha demostrado que el sistema europeo de derechos de propiedad intelectual “ha demostrado ser resiliente y apto” para el desarrollo de tratamientos y vacunas.
Además, quiere que las empresas cooperen para evitar la escasez de mascarillas, ventiladores o equipos de protección individual (EPI), que hubo durante la primera ola del covid-19.