[dropcap]L[/dropcap]a responsabilidad social empresarial (RSE) no es más que hacer negocios apegados a principios éticos y que respeten las leyes. Más tarde esto producirá mayor productividad, lealtad de los consumidores o clientes, acceso a mercados y credibilidad.
Dentro de la RSE están contenidas de igual forma las acciones sociales o de enfoque medioambientalista, que quieran ser desarrollados dentro de la estrategia.
Quiere esto decir que una empresa que no respete la ética o las leyes para desarrollar sus negocios y que le interese accionar en los escenarios de aportes y compromisos sociales o del ambiente, de nada sirve porque se contradice.
Todo quedará representado por las relaciones públicas de dichas empresas y no tendrá ningún soporte justo a partir de la realidad. Lo peor es que es prácticamente normal que se dé esta situación, muchas empresas no tienen claro el significado verdadero de RSE.
El planeta tierra presenta grandes deterioros en materia de medio ambiente, muchos de estos ya hoy irreversibles y precisamente la mano del hombre ha sido la causa única que ha decidido este destino, dado al pobre compromiso y responsabilidad social de las empresas, muchas veces las más grandes del mundo, aquellas que paradójicamente tienen programas sociales de miles de millones de dólares o euros.
El compromiso ético, ya que le ética es una sola, y se lleva a todas las áreas de la vida misma, es precisamente devolver con creces la rentabilidad de las operaciones, aportando al sistema todas las acciones responsables que traen la sostenibilidad de los negocios. Es decir, seguirá siendo sostenible toda plataforma de negocios que devuelva primero en la parte de compromiso y responsabilidad y luego en la parte de aportes sociales, comunitarios, o de medio ambiente.
Es un enfoque absolutamente humano y transparente de cómo debemos llevar a cabos los principios de un negocio. Hoy está más de moda que nunca que muchas empresas hablen de sus programas de RSE, los tienen escenificados dentro del marco estratégico de las RRPP, y pasan por alto lo más importante, el hecho de que la RSE comienza en la operación de los negocios y tiene incluso mucho que ver con el llamado cliente interno, colaboradores o empleados.
Lamentablemente el marketing ha sido más creativo que la RSE, se le ha dedicado mayores esfuerzos, recursos y tiempo. La RSE está ahí, permanece nombrada dentro de los planes, pero han sido muy pocos los casos de estudios de acciones bien desarrolladas de RSE de gran trascendencia para el mundo, mientras que cada vez son más los casos de éxitos de marketing.
Algunos han querido llamarle marketing social a la RSE o confundirla dentro de esa denominación. En fin, el triunfo o virtudes de una gran RSE no ha sido difundida como por ejemplo las grandes crisis de contaminación de tanqueros cargados de petróleo. Ahí sí se emplean fondos para desviar la atención de la gente, o por lo menos para tratar de que las noticias no lleguen tan certeras como en verdad son, y que los daños no se exhiban del tamaño original.
Mientras tanto, los niveles de conciencia de los consumidores se estimulan más fácilmente detonando las acciones de marketing y aunando las diferentes plataformas de medios existentes, para proponer tener nuevas cosas, o comer algo diferente, o visitar un lugar distinto, y a ese ritmo seguimos a paso acelerado hacia el crecimiento de los negocios, en una realidad desequilibrada por una economía que está afectada por el daño al medio ambiente y la desigualdad social en el mundo. Y se concluye que ni responsabilidad, ni ética ni social anda cerca.