El título de este artículo proviene de un libro, que fue best seller, escrito por el renombrado filósofo israelí, Yuval Noah Harari, en donde este establece una serie de argumentos con relación al futuro que sorprenden y ponen a pensar a la mayoría de sus lectores.
Afirma Noah Harari que “a pesar de los grandes avances que prometen la prosperidad, en este siglo la tecnológica y la ciencia convertirán en desechables a la mayoría de las personas”. Sostiene este célebre profesor, autor también del libro “De animales a dioses: breve historia de la humanidad”, también best seller, que la “línea divisoria entre la ficción y la realidad se está difuminando, toda vez que las nuevas tecnologías están dando el poder de construir la realidad según los deseos y fantasías de las personas”.
Enfatiza Noah Harari que pronto se podrá reescribir el código genético de los individuos, diseñar cuerpos y cerebros, y crear mundos virtuales enteros en el ciberespacio.
Sin embargo, uno de sus más exquisitos planteamientos está en predecir la llegada de la época del dataísmo, que no es más que la historia de los individuos a partir de los datos, lo cual es vinculante al hecho de que, con la cantidad de datos que comúnmente proporcionamos mediante diferentes vías e instrumentos, se podrían establecer algoritmos para entender a los humanos, más allá de lo que ellos mismos lo hacen.
En ese sentido, se pregunta Harari: “¿Qué pasará cuando Google y Facebook lleguen a conocer nuestros deseos y preferencias políticas mejor que nosotros mismos? ¿Qué pasará con el estado de bienestar cuando las computadoras empujen a los humanos fuera del mercado laboral y creen una nueva y enorme clase inútil?”. Una reflexión adicional en ese sentido, es que Harari entiende que “una vez que el poder cambie de humanos a algoritmos, los seres humanos ya no podremos hacer mucho al respecto”, por lo que el futuro es aterrador”.
Otro planteamiento profundo de este profesor israelí, mundialmente entrevistado, es el hecho de que con la sustitución de los trabajadores por las computadoras, los individuos tendrán que reinventarse pues la mayoría de las profesiones serán inútiles e inservibles para el mercado laboral.
De aquí nace el dilema de cuáles habilidades se les deben enseñar a los jóvenes de hoy que, en un corto plazo o mediano plazo, no queden obsoletas. Afirma Harari que actualmente se están aprendiendo cosas que a la edad de 40 años ya no servirán para nada.
En ese mismo sentido, refiere este autor que el futuro estará en manos de una pequeña elite propietaria de los algoritmos poderosos que nos dominarán con el consecuente aumento de la desigualdad política, económica y social.
En definitiva, Yuval Noah Harari viene advirtiendo hace algunos años, lo que puede pasar en el futuro casi inmediato, sin que esto se vea como ciencia ficción. De hecho, el Foro de Davos viene planteando la existencia de una cuarta revolución industrial, o la industria 4.0, a partir de la cual se establece la necesidad de rediseñar los sistemas educativos de los países, a fin de estos se adapten a las nuevas tendencias que imponen la tecnología y, particularmente, la inteligencia artificial.
Pero el problema ahora que no sabemos si ese poder destructivo de los avances tecnológicos, como lo plantea Harari, se acelerará aún más con la Pandemia.