Los denominados “gastos hormigas”, aquellos pequeños consumos innecesarios y casi inconscientes, no solo limitan su capacidad de ahorro, sino que acaban con sus ingresos quincenales o mensuales de forma casi misteriosa.
Esos gastos, periódicos y de pequeñas cantidades de dinero, que en primera instancia parecen irrelevantes, tienen a largo plazo consecuencias nefastas, debido a que la gente suele restarle importancia y pierde de vista su peso en el presupuesto de gastos, ingresos y prioridades financieras.
Entre los gastos hormigas más comunes, que constituyen fugas relevantes de dinero, se encuentran comer fuera con excesiva frecuencia en vez de cocinar en casa y las frecuentes salidas nocturnas, que envuelven muchos pequeños gastos y al final del mes son sustanciales
También comprar botellas de agua todos los días, tomar alcohol de forma recurrente, contratar servicios de “streaming” que no sueles usar u optar siempre por marcas costosas. Lo ideal es revisar constantemente si le está sacando provecho a todos esos productos y servicios contratados.
Asimismo, las pequeñas comisiones de tarjetas de crédito, comisión por robo o extravío de su tarjeta de cuenta bancaria o el retiro de efectivo en cajeros que no son de su institución financiera, los cuales cobran un excedente por la operación.
El consumo irresponsable es una práctica frecuente entre la mayoría, ya que las personas suelen hacer compras impulsivas de productos o servicios que realmente no necesitan. Los “antojos” o “pequeños vicios” constantes también suelen ser los peores “gastos hormigas”.
Son múltiples los casos de gastos hormigas, pero lo ideal es preguntarse si estos consumos cubren sus necesidades o si se han contemplado otras alternativas.
Asesores en finanzas personales concuerdan en que la mejor forma de combatir estos gatos no esenciales y recurrentes es planificar su presupuesto, así como establecer objetivos de ahorro para la comprar algún artículo.
También anotar en una “lista de prioridades” los consumos que desea realizar en el mes. Una recomendación es identificarlos, anotarlos, sumar todos los gastos y calcular cuánto gasta al mes y su costo anual. Trate de reducirlos al máximo haciendo consumos responsables.
Un elemento que siempre se debe tomar en cuenta es dar prioridad a lo que se necesita sobre lo que se desea al momento de comprarlo.