“El Dr. Reyes se desmayó, después de haber intervenido a un niño, que su hermano había atropellado, información que no debió saber, hasta el fin de la acción. Al salir de la sala de operación, la madre angustiada se le fue encima, y al reconocerla, es cuando se entera que aquel infante que arrebató de los brazos de la muerte, es su hijo”. Ese es un riesgo que no se repite lo suficiente para modelar una cobertura, a pesar de que si por desgracia, son muchos los atropellos de niños por motociclistas, tanto como pasajeros o transeúntes. (El relato es un pasaje de uno de mis cuentos).
Siguiendo con el tránsito, tenemos que el riesgo de accidentes de vehículos es muy frecuente, tanto como una pandemia, por la enorme cantidad que se repiten y los costos y gastos que incurre la sociedad. Asimismo, a pesar de que no todos nuestros autos que transitan las vías tienen seguros, es uno de los ramos más importante en la industria del seguro, tanto como el de incendio y aliados que debiera ser el mayor junto con el seguro de vida.
Los riesgos son cada vez más frecuentes, y más severo, en la medida que se incrementa el crecimiento de nuestra economía, como podemos ver hace unos 20 años nuestro presupuesto no pasaba de los 30 mil millones de pesos y para el próximo año, pasará del billón de pesos. Tenemos mayores inversiones concentradas en áreas específicas, pero más población y mayores movimientos de bienes y equipos, pero también responsabilidades que interactúan al mismo tiempo y espacio.
Nosotros estamos dentro de los países con mayor brecha de bienes y servicios sin cobertura, y en el caso del Seguro de vida, la situación es peor ya que este ramo por circunstancias particulares no está creciendo al ritmo que debiera.
Si comparamos la región, en relación a la penetración del seguro, o sea, relación prima Vs PIB, la media Latinoamericana está en 2.9%, donde Puerto Rico el que está por encima en 2019 alcanzó 14%, Chile 4.3% y Brazil 3.2%, los únicos por encima, mientras que nosotros apena alcanzamos el 1.5%, a pesar de que somos la economía de la región que más ha creciendo.
Estas cifras nos indican que es mucho lo que todavía podemos crecer, pero tenemos que tomar conciencia de que no se moverá la aguja, haciendo lo mismo, porque el médico continuará salvando vida por los accidentes de tránsitos, y cada vez serán más, porque crece la economía, la cantidad de vehículos en las calles como también crece el desorden. Lo mismo pasa con los bienes, y la vida de hombres y mujeres productivos que requieren de una buena póliza de vida para proteger económicamente a sus dependientes.
El mercado tiene que empeñarse en buscar los medios para convencer a la gente de la necesidad de asegurarse. Necesitan convencer a la población de que el seguro es una inversión, no un gasto, además que económicamente la sociedad en su conjunto se beneficia de los altos volúmenes de primas, que funcionan como un ahorro, al tiempo que, por obligación de ley, las primas deben estar invertida como reservas en diferentes renglones de la economía, que fortalecen, apalancan diversas actividades económicas que crean riquezas y empleos.
Debemos hacer alianzas para las cosas comunes. Debemos como mercado diseñar estrategias que faciliten y concienticen a la población, a los inversores y al Estado, de la necesidad e importancia de estar bien asegurado, y debemos movernos, porque la tecnología está creando medios para llegar con facilidad al consumidor, y no podemos darnos el lujo que vengan de fuera y nos coman los caramelos, cuando tenemos las condiciones y los talentos para hacerlo.