El sistema financiero dominicano sigue pujando por el uso de la banca electrónica que, además de ser un mecanismo que ofrece mayor seguridad en temas de salud como posibles contagios del covid-19, se constituye en la nueva realidad para operaciones financieras.
Algunas de las operaciones que se realizaban de manera tradicional, acudiendo a las instalaciones de las entidades financieras, hace años que comenzaron a ser reemplazadas por servicios a través de aplicaciones digitales que agilizan el proceso, pero sobre todo que reducen los costos de traslado y tiempo.
Transacciones electrónicas
Para agosto de 2019 se habían realizado 578,877 transacciones locales con tarjetas no presentes, o sea, vía internet. Este monto fue superado en un 72%, por 415,471 movimientos realizados a igual mes de 2020, al llegar a 994,348 pagos de bienes o servicios de manera electrónica.
Al analizar las estadísticas de ambos períodos, registradas en el Banco Central, se evidencia que los tarjetahabientes prefieren utilizar las tarjetas de crédito para el pago de sus consumos por plataformas digitales.
Los usuarios realizaron a agosto de este año 595,936 operaciones con tarjetas de crédito, el 60% del total de transacciones con tarjetas no presentes. Mientras que con tarjetas de débito se tranzaron 397,710 pagos de bienes y servicios, un 40%, según la data del BC.
De los volúmenes de pagos locales por internet, las tarjetas pre-pagadas apenas representaron el 0.07% con 702 movimientos realizados por canales electrónicos.
Usuarios móviles
Los bancos, las asociaciones y cooperativas le ofrecen al cliente múltiples facilidades para recibir servicios financieros sin la necesidad de salir de sus hogares. Pueden solicitar préstamos, desembolsarlos, realizar reclamaciones, bloquear productos, hacer transferencias y, entre otras cosas, hacer turnos y citas por aplicaciones móviles.
Según las informaciones compartidas por las entidades de intermediación financiera, la cantidad de clientes afiliados al servicio de pagos móviles al pasar de 1,031,585 cuentas en agosto de 2019 a 1,043,586 a igual mes del 2020, para un aumento relativo de un 1.1% con 12,001 nuevos usuarios.
Este aumento significativo en los clientes de la banca electrónica que prefieren utilizar sus celulares para realizar transacciones bancarias o pago de servicios no quiere decir, necesariamente, que todos sean nuevos clientes de la banca electrónica. Pues las personas suelen tener cuentas en diferentes bancos y, por lo tanto, al afiliarse a las plataformas digitales se suman a las estadísticas de la determinada entidad financiera donde adquieren su nuevo producto.
A nivel regional
Mastercard, en su Informe de Banca Digital para América Latina, reportó que más del 50% de los clientes bancarios preferían abrir una cuenta a través de un medio digital, y el 82% de los clientes de banca digital podían abrir una cuenta en menos de una hora en comparación con sólo el 59% de los clientes de banca tradicional.
Además, según la encuesta “El impacto del Covid-19 en el cliente bancario” realizada por Lightico a inicios de la pandemia, un 63% de los clientes se inclinó a probar una aplicación de banca digital y otro 84% esperaba que los bancos encontrarán formas de impulsar sus canales digitales para garantizar el distanciamiento social.
Para Ethan Clark, Vicepresidente Regional de Backbase para América Latina, la creciente tendencia al uso de canales digitales por parte de los clientes bancarios tradicionales, debida en gran parte al aumento de la digitalización y la penetración de los teléfonos inteligentes, combinado a las circunstancias generadas por la pandemia, abre una ventana de oportunidad limitada para que los bancos redefinan sus estándares de experiencia de usuario e inclusión financiera en la región.
“A medida que más aspectos de nuestra vida cotidiana se orientan a los canales digitales, se incrementa la demanda de experiencias en línea más intuitivas y libres de fricción”, indicó.
Explica que la digitalización no debe ser un proceso complejo, ni extenso.
Mastercard
A medida que la pandemia obligó a los bancos tradicionales a replantearse la manera en la que abordan a clientes de todas las edades y perfiles, sus proyectos de transformación digital fueron acelerados, en un intento por mantenerse relevantes y competitivos ante el auge de las fintechs y neobancos.
El planteamiento surgió de un análisis realizado por Mastercard en su Informe de Banca Digital para América Latina, donde la marca reportó que más del 50% de los clientes bancarios preferían abrir una cuenta a través de un medio digital, y el 82% de los clientes de banca digital podían abrir una cuenta en menos de una hora en comparación con sólo el 59% de los clientes de banca tradicional.
Además, según la encuesta “El impacto del Covid-19 en el cliente bancario” realizada por Lightico a inicios de la pandemia, un 63% de los clientes se inclinó a probar una aplicación de banca digital y otro 84% esperaba que los bancos encontrarán formas de impulsar sus canales digitales para garantizar el distanciamiento social.
Para Ethan Clark, vicepresidente Regional de Backbase para América Latina