La directora del Banco Mundial (BM) de Brasil, Paloma Anos Casero, resaltó la “credibilidad macroeconómica” de Brasil e instó al Gobierno brasileño a continuar con el “proceso de reforma fiscal y de crecimiento”.
En una entrevista con Efe, Anos Casero expresó su preocupación por la sostenibilidad fiscal de Brasil, cuyo déficit se prevé este año que sea histórico.
“Las necesidades de financiación alcanzarán más del 30% del PIB en 2020 y eso tiene un impacto en la deuda que puede llegar muy cerca del 100% del PIB, es uno de los niveles más altos de la economías emergentes”, alertó la economista, quien hoy repasó los desafíos del país suramericano en el V Seminario Latam de la Cámara de Comercio Española en Brasil.
Pese a la retomada económica prevista para 2021, cuando se espera un crecimiento de cerca del 3%, la directora del BM anticipó que 2021 será un “año difícil” desde el punto de vista fiscal y recalcó que el debate sobre el presupuesto del próximo año va a tener que buscar el equilibro.
“Cómo conseguir mantener el impacto positivo que la política fiscal tuvo en 2020 sobre la pobreza y desempleo -tenemos que continuar apoyando esas agendas- y, al mismo tiempo, mantener un riesgo soberano contenido, mantener esa credibilidad que tiene el Gobierno en la parte macroeconómica. Eso es muy importante para poder financiar el crecimiento de forma sostenible”, señaló.
En ese sentido, la representante del BM en Brasil recordó que el paquete fiscal lanzado por el Gobierno durante la crisis sanitaria del covid-19, junto con la mayor flexibilización de la política monetaria y financiera, ayudó a evitar una contracción mayor de la principal economía de Sudamérica.
El PIB brasileño se contrajo un 9.7% en el segundo trimestre del año, pero el Banco Mundial prevé que el país terminará 2020 con una caída del 5.4%, un número más optimista que el proyectado por la institución meses atrás (-8%).
Para 2021, la entidad prevé una retomada del crecimiento, con un alza de alrededor del 3%.
“El nivel del PIB no va a alcanzar los niveles de 2012, incluso, tenemos un desafío todavía de crecimiento potencial del país”, agregó Anos, quien destacó la importancia de llevar también a cabo una agenda social y educativa.
La directora destacó que el nivel elevado de reservas internacionales, el sistema bancario robusto, el régimen de metas de inflación y la pequeña parcela de deuda pública en moneda extranjera permitieron a Brasil mitigar los efectos del covid-19.
También contribuyó a contener una crisis, dijo, las reformas adoptadas antes de la crisis sanitaria, como la modificación de las reglas para acceder al sistema de pensiones; la aprobación del techo de gastos, la cual limita el presupuesto a la inflación del año anterior, y la contención de la prima de riesgo soberano.