Los años 2021 y 2022 serán de fuertes caídas en los niveles de rentabilidad de la banca dominicana. Todo está relacionado con el impacto prolongado que tiene y tendrá la pandemia del covid-19 en las actividades económicas. Una muestra es que el crédito al sector privado se está desacelerando desde junio, especialmente el que va destinado a los hogares. La capacidad de resiliencia estará en constante prueba durante los siguientes ejercicios fiscales.
La presidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos Comerciales (ABA), Rosanna Ruiz, al afirmar que “inequívocamente que la banca ha sido impactada”, estima que según el ejercicio contable que han hecho, alrededor del 60% de las utilidades de esas instituciones estarían comprometidas con provisiones que deberán constituirse por las pérdidas de las empresas cerradas y por las que han caído en dificultades de pago.
A su juicio, aún no se puede contabilizar el impacto real por el grado de incertidumbre, pero lo que ven en la ABA es que 2021 y 2022 serán años de mermas fuertes en la rentabilidad y utilidades de los bancos producto de las provisiones asociadas al impacto del covid-19.
“Inequívocamente que la banca ha sido impactada. La afectación de la economía real de los sectores, sobre todo de las pequeñas y medianas empresas informales, del turismo, (…) sus carteras están reflejando deterioro, como era de esperar. Esto tiene implicaciones en cuanto a mayores requerimientos de provisiones, es decir, de capital.
Todavía tenemos niveles de cobertura de un 1.98% porque la banca ha continuado durante los últimos años, independientemente del congelamiento de la flexibilización, la constitución de provisiones con miras a ser cautelosos y mantener la solvencia, que es la garantía final de nuestros depositarios”, afirmó.
Indicó que los bancos no son más que fiduciarios de recursos de terceros. Explicó que por cada peso que tiene el sistema 88 son de los depositantes, razón por la que están en la obligación de salvaguardar la calidad de los activos, del riesgo, para responder al compromiso y obligación con los depositantes.
“La banca mantiene sus niveles adecuados de liquidez y solvencia, aunque en la rentabilidad, como sé que conoces, se tiene un sistema por lo devengado, es decir, se van devengando esos ingresos, por lo que hay que ver al cierre del año cómo el impacto de las provisiones va a absorber esas utilidades nominales que se han devengado”, subrayó.
Sin embargo, dijo que a pesar de la situación generada por el covid-19, la banca mantuvo o preservó sus empleados y en estos momentos laboran entre un 80% y 100% en las sucursales, pero guardando un equipo de respaldo en caso de contagio de colaboradores. Significó que ha sido un esfuerzo titánico mantener abiertas las puertas. Lo que sí hizo la banca, señaló, es que parte de los colaboradores trabajan de manera remota. Reveló que desde mediados de este mes el porcentaje de integración a sus puestos de trabajo, de quienes laboran desde casa, pasará de un 80% a un 88%, aproximadamente.
“Por suerte, para República Dominicana (la pandemia) le tomó con un período donde desde años atrás se ha venido con un proceso de capitalización y fortalecimiento. A su entender, esa fortaleza coloca al sector financiero en mejores condiciones para sortear los desafíos asociados al covid-19”, explicó Ruíz.
Indicó que la banca tiene un rol fundamental tanto en el sistema de pagos, es decir, el funcionamiento adecuado de los medios transaccionales, como en la intermediación financiera porque a través del crédito, sobre todo al sector privado, es el puntal para que la demanda interna pueda reaccionar y seguir la senda la recuperación económica.
“Con este reto que se nos presentó a todos, la banca ha trabajado en tres direcciones: primero tuvo una capacidad de respuesta, diría que casi automática, a las autoridades del país y a la administración monetaria y financiera para poner en marcha no sólo una moratoria, que por primera vez se da en el país de manera generalizada, sino que tuvimos que sacar un manual de contingencia que no existía en ningún banco del mundo para proteger a nuestros colaboradores, proteger con la bioseguridad a los clientes, para establecer los grupos de trabajo con –backoffice- (respaldo) para garantizar la continuidad de los servicios de los medios de pago y de la intermediación.
Los tres pilares en los que se enfocó la banca, según describe, fueron: adecuarse rápidamente a mantener abiertos los servicios, responder al llamado de las autoridades monetarias de ir en el alivio de los deudores y los sectores productivos a través de una serie de facilidades que incluían períodos de gracia, reducciones de cargos, extensión de plazos, restructuración y refinanciamiento; y un tercer punto era seguir presente con créditos nuevos aún con la incertidumbre, pero muy especialmente hacia aquellas entidades que podían seguir siendo viables para que el empleo sufra lo menos posible.
Respecto a cómo se llevó a cabo el proceso de otorgamiento de la gracia de tres meses a los préstamos, Ruiz explicó que quizá hay que ponerse en el lugar de los hechos, en un estado de emergencia nacional, donde el mensaje era “quédate en casa” y no había call center o presencia normal de los equipos de colaboradores, en ese momento nadie tenía la objetividad requerida para hacer las cosas paso a paso. Había que salir, actuar y responder de manera proactiva. Sí quiero hacer constar que todos los bancos mantuvieron las notificaciones masivas y explicativas a través de todos los medios.
La presidenta ejecutiva de la ABA aseguró que nunca se vulneró el derecho del deudor a pagar, que es su obligación principal, o sea, los bancos nunca rechazaban el pago. Ahora bien, dijo, a los que no podían les daban la facilidad de esas “iniciativas que iban en beneficio de ellos”. Entiende, sin embargo, que República Dominicana debe dar un paso de avance en materia de reglamentación a favor de los usuarios, como existe en España y en la mayoría de los países de la región (Argentina, Chile, Colombia), donde medidas como las que se dieron tienen condiciones en términos de ese consentimiento que se ha pedido ex post y que fueron de alivio.
A su entender, las autoridades al frente de la Superintendencia de Bancos (SIB) y del Banco Central (BC) tienen la visión de que el país avance en esa dirección, lo que se prueba en que no se hubieran dado sin esa sombrilla de medidas en favor de los usuarios.
Efecto covid-19
La pandemia del covid-19 ha puesto a prueba los procesos productivos y operativos de diversos sectores. La banca dominicana no ha sido la excepción y ha tenido que adelantar su agenda de diez años para estar acorde a las exigencias y obligaciones que trajo consigo el contexto de pandemia. Sin embargo, esto ha implicado cuantiosas inversiones para todas las entidades bancarias.
Así lo dejó establecido la presidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos Comerciales (ABA), Rosanna Ruiz, durante una entrevista para elDinero. La ejecutiva destacó el papel que juega ese sector para lograr una economía más inclusiva a propósito de los efectos del covid-19 en las actividades relacionadas con la banca.
“La agenda que tenía la banca para desarrollarle en diez años la ha tenido que acelerar para uno y dos años. Esto implica inversiones cuantiosas en recursos tecnológicos, en programas y desarrollo. Pero hay una decisión colectiva de acelerar de manera total lo que es la banca digital”, reveló.
Ruiz informó que el sector tiene una mesa de trabajo en la que participan el Banco Central (BC), Superintendencia de Bancos (SIB) y el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) para enfocar todo ese avance de la banca y lograr la adecuación y regulaciones en materia digital. Destacó que la banca también trabaja en lograr la desmaterialización de los depósitos del público igual que sucede con los valores.
La presidenta ejecutiva de la ABA reveló que esa entidad hizo un acuerdo con la Asociación Dominicana de Empresas de Fintech para ver cómo las soluciones financieras.
Indicó que cerca del 45% de los dominicanos no están bancarizados, por lo que incluirlos es parte del compromiso que tienen las entidades financieras con la sociedad. “Desde la ABA estamos empujando en este proceso y hacer las sinergias estratégicas que se requieren para avanzar. Te doy la primicia a cerca de un laboratorio de inclusión financiera y es parte del proceso que queremos empujar, lo cual también va muy de la mano del enfoque del nuevo superintendente de Bancos”, señaló.