El Banco Central ha publicado su más reciente informe del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) en donde ofrece detalles sobre el crecimiento (o más bien decrecimiento) que registra la economía dominicana en lo que va de este año.
Aunque la institución monetaria indica que se percibe una recuperación económica, toda vez que en agosto la economía decreció -7.2% y ese nivel es menor al -8.8% de decrecimiento que se registró en julio, la realidad es que esa aparente mejoría no tuvo mucho impacto cuando se analizan los primeros ocho meses de este año.
La economía dominicana muestra prácticamente la misma condición en enero-agosto que tenía en el primer semestre correspondiente a enero-junio, con la diferencia de apenas una décima de punto porcentual.
En enero-junio la economía venía mostrando un decrecimiento de -8.5%, mientras que al llegar al octavo mes, cuando se junta el comportamiento del período enero-agosto, el resultado es de una caída de -8.4%, es decir, prácticamente lo mismo que teníamos al cierre del primer semestre.
Lo anterior refleja un gran desafío tanto para las autoridades monetarias, como para el Gobierno en sentido general, pues es necesaria una recuperación más acelerada de la economía si se desean alcanzar las metas de recaudación que se han programado en el proyecto de Presupuesto General de la Nación correspondiente al próximo 2021.
Para este año, sin la pandemia del Covid19, el Gobierno había programado ingresos por RD$750,000 millones, pero la última proyección es que no se alcanzarán los RD$610,000 millones. Esto por el impacto negativo de la crisis sanitaria sobre la economía.
Aun así, el Gobierno ha proyectado ingresos para el 2021 por el orden de los RD$746,000 millones. Esto indica que aspira a aumentar sus recaudaciones en por lo menos RD$137,000 millones adicionales a los que se obtendrían este año, sin que se tenga certeza de que la recuperación económica en los próximos meses será tan efectiva como para colocarnos prácticamente en las mismas condiciones que había antes de esta pandemia.
Con esa proyección de ingresos (746,000 millones), el Gobierno tiene previsto un déficit fiscal de RD$145,000 millones, ya que su proyección de gastos es de alrededor de RD$891,000 millones, a los cuales se agregan vencimientos de deuda por el orden de los RD$146,000 millones, para un Presupuesto General de la Nación de RD$1 billón 37,000 millones.
Si no se logra la meta de recaudación estimada, el déficit fiscal aumentaría más de lo previsto, a menos que se reduzca también la proyección de gastos, lo cual siempre es muy difícil para los gobernantes, ya que en ese renglón (el de gastos) la tendencia es siempre a aumentar.
Otro aspecto que presenta el informe del IMAE del Banco Central es la medición del impacto del turismo y la industria del entretenimiento (hoteles, bares y restaurantes -HBR-) sobre la caída que muestra la economía.
De acuerdo con el Banco Central, el sector de HBR representó el 50%, es decir, la mitad del retroceso que registró la economía en enero-marzo de este año cuando se ubicó en un neutral 0%.
En tanto que para el trimestre abril-junio la economía tuvo un decrecimiento de -16.9%, de donde el sector HBR tuvo un impacto de 31.9%, es decir, casi un tercio de la caída de la economía fue por el retroceso de los sectores de turismo, gastronomía y entretenimiento.
Para el mes de julio el impacto del sector HBR sobre la caída de la economía de -8.8% fue mayor, al representar el 55.6% de ese decrecimiento. Pero en agosto fue peor, pues si bien la economía decreció menos al marcar -7.2%, el sector de HBR tuvo una incidencia de 68%, es decir, más de dos tercios de ponderación sobre la proporción en que retrocedió la economía en ese mes.
Con razón las autoridades gubernamentales están haciendo esfuerzos por reactivar las actividades hoteleras y han reducido un par de horas al horario del toque de queda para que los restaurantes tengan más espacio de negocio, pues todo indica que si se reactiva el turismo y el entretenimiento, la economía se pudiera recuperar más rápido.
Pero no hay que olvidar los riesgos de esa apertura.