La pandemia por el covid-19 ha motivado a que muchas empresas se reinventen y analicen si su comunicación realmente impacta en su público objetivo. Una realidad de la que no escapan los emprendedores y profesionales independientes, pues también tienen el reto de evaluar otros aspectos que van más allá de los relacionados al negocio. La imagen, por ejemplo, es uno de los atributos más importantes, tanto a nivel personal como corporativo, para atraer y mantener a los clientes.
Es común que, al momento de iniciar una empresa, nos centremos en cómo potencializar las ventas de nuestros productos y servicios. Sin embargo, olvidamos que a través de nuestra imagen comunicamos la esencia de nuestro negocio, un factor clave para conectar con los potenciales clientes.
A parte de cuidar de la imagen exterior de nuestro negocio, es también necesario velar porque esta mantenga una coherencia con su imagen interior, como la forma en la que se comportan sus colaboradores y las acciones que ejecutan.
Asimismo, los profesionales independientes deben entender que en todo momento son representantes de su organización, a diferencia de otros colaboradores que pueden desvincularse del trabajo una vez se termine su jornada laboral. Un emprendedor siempre es la imagen de su marca.
En ese sentido, las emprendedoras deben cuidar la manera en cómo son percibidas por su público objetivo y la sociedad en general. A diferencia de lo que se vende a simple vista, cuidar de la manera en la que nos vemos no es solo vanidad, es una forma de comunicación clave para transmitir los mensajes en una primera impresión, la cual, según investigaciones psicológicas, está determinada por nuestra apariencia en un 55%.
La imagen es comunicar de manera externa quién eres, qué haces y qué quieres. Por eso, para lograr causar un impacto en los demás debes conocerte y, con eso, trazarás un camino más seguro hacia tus objetivos personales y profesionales.
Por ese motivo, para contribuir a una buena proyección profesional les recomiendo prestar atención a los siguientes aspectos:
Tu imagen y la de tu empresa deben transmitir tu propósito: Estamos en una época en donde las personas ya dejaron de comprar lo que haces, más bien, te contactan por la razón que lo haces. Ese es un mensaje que debe comunicarse a través de la imagen.
Presta atención a los colores de tu marca: La imagen visual de tu empresa dice mucho sobre ella. No todos los colores transmiten lo mismo, ni aplican para todos. Identifica cuáles van alineados a tu negocio.
No subestimes el valor de la primera impresión: Prepárate para comunicar los mensajes adecuados sobre ti y sobre tu empresa en los primeros siete segundos de interacción con los demás.
Sé coherente: Un fallo en la alineación de tu storytelling y tu storydoing puede afectar de manera grave tu reputación y con ello los ingresos de tu negocio.
Invierte: Como emprendedor, tú y tu empresa son una misma persona, por eso debes asesorarte con profesionales en el área de imagen y comunicación que te ayuden a alcanzar tus objetivos de negocio.